La antigua ciudad de Mari, en la región siria de Deir Ez-zor, no se libró de la destrucción y la guerra contra el grupo terrorista Dáesh (ISIS en sus siglas en inglés). El pasado 27 de marzo, el Ministerio de Cultura sirio publicó en su sitio web fotos de la destrucción del sitio arqueológico, anteriormente notablemente preservado.
Situado en el este de Siria, no lejos de la frontera con Iraq, el sitio del Palacio Mari o Palacio Real de Mari se descubre en 1933. La ciudad, construida alrededor del 2900 aC y donde se cita que pasó Abraham, se consideraba entonces como una de las más ricas en la región, gracias en particular a la conservación excepcional de sus infraestructuras.
Entre ellos se encontraba el Palacio Mari, el único ejemplo del Palacio de Mesopotamia de la época, residencia de los gobernantes de entonces donde se encontraron restos de 260 habitaciones y una extensión de cerca de 2,5 hectáreas.
Mari fue la primera ciudad ocupada por el grupo terrorista desde su instalación en Siria en 2013. Cinco años más tarde, el daño en su patrimonio es más que considerable.
El director del Departamento de Antigüedades y Museos, Mahmoud Hammoud, expuso que el Palacio, sufrió daños estructurales en su techo y otras partes, y en zonas aledañas se realizaron excavaciones ilegales.
Pese a sufrir un incendio, ese Palacio conservó sus estructuras y pinturas murales, así como un valioso archivo con unas 25.000 tablillas en escritura cuneiforme que documentan la administración, cultura e historia del período babilónico antiguo, según diferentes historiadores. En 2010, se tomaron medidas de protección para proteger el sitio, poco antes de comenzar la guerra en Siria.
En diciembre de 2016, el Ministerio de Cultura de Francia deploró los estragos causados por la ocupación de Daesh y la guerra. El profesor de arqueología y director de la misión francesa en Mari, Pascal Butterlin, declaró al diario Le Monde: «Las fotos son explícitas, es el palacio más antiguo de la humanidad que se ve afectado, el equivalente al palacio de Nimrud. Un edificio único en el mundo. Es dramático, se planeó clasificarlo como Patrimonio de la Humanidad y comenzamos el archivo de la candidatura en la Unesco».
Los terroristas del Daesh ya han destruido diferentes obras de arte patrimoniales para borrar la memoria histórica de Siria, como también recientemente en otro Palacio, el de Zien El-Abidine, en la ciudad de Enkhel.
Por último, las autoridades museológicas sirias advirtieron el pasado enero que la invasión turca contra el enclave de Afrin, en la provincia de Alepo, provocó la destrucción del Templo de Ain Dara, considerada una de las edificaciones culturales más valiosas heredadas de los arameos.