El Teatro de la Zarzuela presenta un proyecto pedagógico escolar

Todos estamos de acuerdo en que un proyecto pedagógico, musicalmente hablando, es mucho más fácil de concebir como idea fantástica que de llevarlo a la práctica, sobre todo si se pretende un mínimo éxito entre el público juvenil al que va destinado.

Teatro Zarzuela: programa escolar

Por ello, en su empeño en perseverar en la idea de difundir la cultura musical, así como de crear públicos nuevos entre los escolares, el Teatro de La Zarzuela se ha propuesto un ambicioso programa pedagógico que incluye desde ‘El pelele’, de Julio Gómez, y su coetánea ‘Mavra’, del ruso Ígor Stravinski, hasta ‘Pinocho’, de Pierangelo Valtinoni, o ‘El sapo enamorado’, de Pablo Luna, o ‘El corregidor y la molinera’, de Manuel de Falla, pasando por las tres tonadillas dieciochescas de Blas de Laserna: ‘La España antigua’, ‘El sochantre y su hija’ y ‘La España Moderna’.

Ello ha sido posible merced a la colaboración de la Fundación Jacinto e Inocencio Guerrero y de dos instituciones madrileñas con gran experiencia en la difusión musical, una privada y otra pública: la Fundación Juan March y la Escuela Superior de Canto de Madrid. En las respectivas sedes de estas dos instituciones madrileñas van a tener lugar los conciertos programados dentro de este proyecto pedagógico, excepto ‘Pinocho’, que tendrá lugar en el Auditorio de la Universidad Carlos III de Madrid.

La presentación de dicho proyecto tuvo lugar en el Teatro de la Zarzuela de Madrid el jueves 7 de enero de 2016 y en palabras de su director, Daniel Blanco, busca la educación integral de niños y jóvenes mediante la representación de obras musicales consagradas, mayoritariamente del repertorio español. Considera una obligación de la institución abrirse para atraer al nuevo público y señala que el Programa pedagógico apuesta por la calidad musical y teatral para convocar, seducir y enamorar al público joven y adulto: «A los niños les acompañan sus padres, sus tíos, sus familiares. Y no es justo que éstos se aburran mientras aquéllos se divierten. Ha de satisfacer a todos».

Según Daniel Blanco, la anterior edición del Proyecto Pedagógico logró que más de 7000 los estudiantes de Madrid, Castilla – La Mancha y Castilla y León acudieran al teatro en actuaciones concertadas, por lo que se espera que sea un éxito también en la presente edición.

Por su parte, el director del Programa de Música de la Fundación Juan March, Miguel Ángel Marín, explica que ambas instituciones comparten los objetivos de dar visibilidad a un tipo de repertorio (el teatro musical de cámara) que ha pasado inadvertido, dar espacio al repertorio español y acometer producciones con carácter pedagógico.

La directora del Aula de la Artes de la Universidad Carlos III de Madrid, Sonsoles Herreros, señala que es un drama que se haya separado la educación de la cultura y que es fundamental que los chicos acudan por primera vez a la universidad con algún espectáculo ya en su mochila.

Tanto las fechas como los lugares de las funciones se pueden consultar en la web del Teatro de la Zarzuela. Hay funciones de entrada libre (Fundación Juan March) y otras de pago. Tanto unas como otras se pueden reservar a través de internet. Las entradas para colegiales se concertan directamente con los centros escolares.

Nunci de León
Doctor en Filología por la Complutense, me licencié en la Universidad de Oviedo, donde profesores como Alarcos, Clavería, Caso o Cachero me marcaron más de lo que entonces pensé. Inolvidables fueron los que antes tuve en el antiguo Instituto Femenino "Juan del Enzina" de León: siempre que cruzo la Plaza de Santo Martino me vuelven los recuerdos. Pero sobre todos ellos está Angelines Herrero, mi maestra de primaria, que se fijó en mí con devoción. Tengo buen oído para los idiomas y para la música, también para la escritura, de ahí que a veces me guíe más por el sonido que por el significado de las palabras. Mi director de tesis fue Álvaro Porto Dapena, a quien debo el sentido del orden que yo pueda tener al estructurar un texto. Escribir me cuesta y me pone en forma, en tanto que leer a los maestros me incita a afilar mi estilo. Me van los clásicos, los románticos y los barrocos. Y de la Edad Media, hasta la Inquisición.

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