La Fundéu señala que el giro apropiado para aludir al equilibrio térmico de la Tierra por la radiación que recibe y emite es balance radiativo, y no balance radiactivo, pues este concepto no tiene relación directa con la radiactividad.
Sin embargo, advierte la Fundéu, en ocasiones, aparece empleada de modo impropio la segunda forma, con una c antes de la t, como se comprueba en los siguientes ejemplos tomados de noticias sobre el cambio climático: «Cuando el balance radiactivo de la Tierra se ve alterado, no todos los lugares resultan igualmente afectados» y «La contaminación atmosférica puede provocar un efecto negativo sobre el balance radiactivo de energía, relacionado con el cambio climático».
Según el Diccionario de las ciencias de la Tierra, de Oxford y la Editorial Complutente, el balance radiativo, también llamado balance energético, es la ‘diferencia entre la radiación solar entrante y la radiación terrestre saliente’. De modo más general, el Vocabulario científico y técnico de la Real Academia de Ciencias Exactas, Físicas y Naturales (España) explica que radiativo es la ‘cualidad atribuible a la radiación electromagnética’.
Por otra parte, radiactivo viene definido en el Diccionario académico como ‘que tiene radiactividad’ y por tanto alude a las radiaciones emitidas por los átomos cuando se desintegran, como ocurre, por ejemplo, con el radio, el uranio y el plutonio.
Así, en los ejemplos anteriores podría haberse dicho de modo más apropiado «Cuando el balance radiativo de la Tierra se ve alterado, no todos los lugares resultan igualmente afectados» y «La contaminación atmosférica puede provocar un efecto negativo sobre el balance energético, relacionado con el cambio climático».