¡Armamento, maquinaria, triz, vialidad y otras palabras!
Mi artículo de la semana pasada fue objeto de comentarios favorables, por parte de personas que se preocupan por hacer un mejor uso del lenguaje que emplean, lo cual me es satisfactorio, al tiempo que me estimula a seguir aportando elementos que pudieran contribuir al mejoramiento de la expresión escrita y oral. ¡Esa es y será la intención!
¿Una guaya de alta tensión? ¡No lo creo!
El artículo de hoy surgió de una nota de sucesos, publicada en un diario digital del estado Portuguesa, Venezuela, cuyo título señalaba el fallecimiento de un ciudadano luego de haber hecho contacto con una «guaya de alta tensión».
El «cuarto cuarto»
Tengo amigos narradores y comentaristas deportivos con los que suelo intercambiar impresiones acerca de las impropiedades más comunes en los medios de comunicación social y en su área de trabajo. Siempre les he dicho que hay unos muy buenos y otros que lamentablemente no han entendido la importancia de su profesión, lo cual no les permite desempeñarse con éxito, además de que frecuentemente son blancos de fuertes cuestionamientos.
¿Por la mínima diferencia?
Siempre he considerado indispensable que muchos comunicadores sociales (diaristas y locutores) se preocupen por escribir bien y hablar de la mejor manera, pues esa es su herramienta básica de trabajo. Es justo reconocer que existe un marcado interés por disipar las dudas y adquirir soltura en la redacción de textos y en la expresión oral, lo cual es plausible, pues solo así podrán tener el éxito deseado.
«Una gran pregunta conlleva a una gran investigación»
Cuando se incurre en una falta, lo cortés y lo valiente es pedir disculpas, aunque hay quienes, sin ningún argumento y con cierta dosis de autosuficiencia, aseguran que las disculpas no se piden, sino se dan. No tengo dudas de que se piden, y por eso les pido disculpas al equipo de redacción de este importante de comunicación social y a los seguidores de este trabajo de divulgación periodística, por la ausencia de la semana pasada.
Tilde diacrítica, la coma y algo más
A lo largo de los casi veintinueve años en los que me he dedicado a escribir sobre asuntos gramaticales y lingüísticos, me ha tocado...
¡Leer para familiarizarse con las palabras!
El primer paso para disipar las dudas y deshacerse de los errores, en el caso de la gramática y la lingüística, es admitir que se tienen, y el segundo, dedicarse a poner en práctica los conocimientos que fueron recibidos en la educación formal en todos sus niveles, que son básicos y elementales; pero permiten, si se les da la verdadera importancia, una aceptable expresión escrita y oral. ¡Manos a la obra!
El lenguaje de algunos políticos
En cada profesión, en cada oficio y en cada actividad existen códigos que les son propios y que permiten una comunicación eficiente y eficaz...
¡No corrija por corregir!
El tema de mis dos artículos anteriores ha girado en torno de un personaje que por años se ha empecinado en imponer la palabra «relievante», pues según él, es la forma correcta, ampliamente difundida en su país natal, Colombia.
Lenguaje rebuscado y voz engolada
El artículo de la semana pasada, alusivo a un ciudadano colombiano residenciado en Venezuela, que durante muchos años de manera infructuosa se ha dedicado...