Por primera vez en la historia contemporánea de Egipto, un escritor, Ahmed Nayi, ha sido condenado a una sentencia de dos años de prisión por publicar “material sexualmente explícito que viola la moral pública”, después de publicar un libro con referencias explícitas al sexo y las drogas.
El también periodista egipcio había resultado absuelto a primeros de enero de 2016 tras ir a juicio por un pasaje erótico de su novela ‘El uso de la vida’ (‘Istajdem al haya’), que fue publicado por capítulos en 2015 en el semanario cultural Ajbar al Adab (Noticias culturales).
La decisión inicial fue de absolución pero la fiscalía presentó un recurso y el caso regresó a la corte de justicia y el sábado 20 de febrero a Nayi se le condenó en el Tribunal de Apelaciones del barrio cairota de Bulaq Abu al Ela, con la pena máxima posible de dos años.
Un ciudadano egipcio, identificado como Hani Saleh, presentó la denuncia alegando que sintió como su corazón se aceleraba, sufría fatiga y una repentina caída de la tensión arterial por leer el texto con material sexualmente explícito además de las menciones a fumar hachís. Tras presentar la denuncia ante la Procuraduría el pasado noviembre de 2015, ésta encontró indicios de delito en la novela. En Egipto, cualquier persona puede presentar una denuncia y es la Fiscalía la que decide si tiene base legal y, de ser así, ordena el comienzo de un procedimiento legal por las acusaciones presentadas.
Nayi y el editor de Ajbar al Adab, Tarek al Taher, fueron acusados de “libertinaje y atentado contra la moral pública”. Al Taher, también recibió en el juicio una multa equivalente a 1150 euros, unas 10.000 libras egipcias.
Nayi en el juicio había explicado previamente que su libro había sido aprobado por la junta de censura egipcia. Su abogado, Mahmud Othman, dijo tras la sentencia que «no tuvieron en cuenta la Constitución, que dice que no pueden existir artistas en la cárcel por su obra», añadiendo que el «artículo 67 de la Constitución dice esto, y la Constitución está por encima de todos».
Nayi fue detenido tras leerse la sentencia en el tribunal y está bajo custodia pero ya se comenzaron los preparativos para su apelación en el Tribunal de Casación. Sobre la probabilidad de éxito de la apelación, Othman respondió: «Esperamos que el poder judicial respetará la Constitución, de modo que no quede todo en papel mojado».
También señaló que Nayi estaba de buen humor mientras se preparaba para ingresar en la prisión. Un total de 13 ONG egipcias criticaron la condena y consideran que la sentencia con la pena más dura es «un mensaje duro y claro a cualquier personas que se atreva a usar su imaginación o su lápiz para expresar cualquier opinión contraria a la cultura general protegida por el poder».
Autores egipcios ya se han movilizado ante la sentencia y sugieren una campaña simbólica de protesta bajo el lema, ‘Quemad los libros’, entre los promotores se encuentran los escritores Sameh Qassem y Ahmed Sawwan, y el director de la editorial, Bait el-Yasmin, Ziyad Ibrahim. Se ha iniciado una campaña internacional de recogida de firmas en favor de Nayi que lleva casi 1.300 recogidas.
Además, el columnista del diario al-Maqal, Ibrahim Eissa expresó su indignación por la condena al presidente egipcio, Al Sisi. «Su estado viola la constitución, acosa a los pensadores y creadores y encarcela a autores y escritores» añadiendo, «su estado es una teocracia, señor presidente, mientras usted habla todo el tiempo de un estado moderno, civil», afirmó. El escritor Alaa al Aswany, asi como el escritor libanés, Elias Khoury y el director de cine Yousri Nasralá tambien han criticado la sentencia.
«El veredicto es una farsa por la libertad de expresión y la justicia en términos más generales. Se presenta en el contexto de una campaña más amplia que ha llevado a la detención de los académicos en los aeropuertos, al acoso a los dibujantes por sus obras de arte, y el allanamiento de diarios», dijo el abogado Mai El-Sadany, del Centro Robert F. Kennedy para los Derechos Humanos en Washington.
Sadany argumentó que la sentencia de Nayi contravenía la legislación nacional e internacional, incluido el artículo 67 de la Constitución egipcia y el artículo 19 del pacto internacional de derechos civiles y políticos. «Esto va más allá, cómo es posible que este hombre pueda ser condenado por ejercer su libertad artística, mientras que los oficiales de policía que torturan a los detenidos se les dejan actuar con impunidad», dijo.
Nayi, combina su labor de escritor con la de periodista en Ajbar al Adab y en el diario independiente Al Masri al Yaum, siendo miembro del Sindicato de Periodistas. También ha trabajado como freelance para el diario digital independiente fundado en 2013, Mada Masr, que, junto con otras páginas digitales como Zahma, Za2ed 18 y Qol han emitido un comunicado conjunto en defensa de Nayi.
El novelista, nacido en El Mansura en 1985, publicó ‘El uso de la vida’, su segunda novela, en 2014 por la editorial libanesa Dar al Tanwir. Nunca había suscitado ninguna controversia hasta que el semanario Ajbar al Adab, decidió publicarla por entregas.
Tras ser publicada en Líbano fue distribuida en El Cairo por lo que está disponible en las librerías locales. Como en el caso de cualquier libro extranjero impreso, recibió el visto bueno de la Autoridad Censora de Publicaciones antes de que su primera impresión llegara a Egipto. El texto está escrito en árabe coloquial y clásico en colaboración con el artista de cómics y guiones gráficos, Ayman al Zorkani.
Tiene otras obras publicadas anteriormente. Su primera novela, ‘Rogers’ fue publicada en 2007. En 2009, publicó un libro electrónico titulado Sabaa durus mustaqqah min Ahmed Makky (Siete lecciones extraídas de Ahmed Makky), una breve obra sobre la crítica de arte. También escribió sobre la historia de los blogs egipcios en ‘Blogs en tweet’ (2010), una visión general de los principales blogs árabes de 2003 a 2010.