Europa Laica ha tomado la iniciativa de considerar la fecha del 9 de Diciembre de cada año como la de conmemoración del “Día Internacional del Laicismo y de la Libertad de Conciencia”, iniciando en 2013 su celebración.
En un comunicado que acaba de hacer público, Juanjo Picó, de Comunicación – Europa Laica, informa de que ser trata de «una propuesta abierta dirigida a la ciudadanía y a la comunidad laicista internacional, para avanzar en la consecución de los valores y reivindicaciones que nos animan».
La razón de elegir esta fecha es en reconocimiento de la del 9 de diciembre de 1905 de proclamación de la ley francesa de “Separación del Estado de las religiones”, que supuso un hito mundial en este terreno y, en relación con nuestro país, con la del 9 de diciembre de 1931, en que se proclamó la Constitución de la II República Española, que alumnbró una ley de leyes de neto carácter laicista, la primera más nítida de esas características a nivel mundial.
Europa Laica celebrará esta fecha en un acto público en el Ateneo de Madrid el lunes 9 de diciembre de 2013 a las 19:30 horas, en el que se presentará un Manifiesto-Declaración, llamando a la ciudadanía a participar en el mismo.
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Europa Laica – laicismo.org
Tomo nota de este nuevo día internacional, para el 9 de diciembre.
Para el caso de Chile, cae al día siguiente de la celebración de la Fiesta de la Inmaculada Concepción (8 de diciembre, feriado oficial nacional), el suceso religioso más importante después de la Semana Santa y la Navidad.
También en Chile, la separación definitiva de la religión y el Estado (separación Estado-Iglesia) se estableció en 1925 constitucionalmente, impulsada por el gobierno del Presidente don Arturo Alessandri Palma (descendiente de italianos), el cual al efecto previamente lo conversó con el Vaticano y al parecer con el papa mismo de la época. En materia de financiamiento del Estado a la Iglesia chilena, este se mantuvo por algo así como cinco años, en disminución gradual.
Don Arturo tenía fama de galán. Así que una caricatura de la época mostró a una sobria dama (representando a la Iglesia) a la que el político le besaba caballerosamente la mano, diciéndole más o menos así: «Nos separamos como las personas de alto coturno, y que conste que la dejo bien asegurada por cinco años».