Félix Rodríguez (CIA): las últimas horas del Che a 48 años de su muerte

AB: ¿Por qué cree que el Che antes de morir le mando ese mensaje a Fidel?

FR: Viéndolo ahora desde una perspectiva histórica creo que Fidel quería deshacerse del Che, ya en ese momento. El Che se le había convertido en un problema, porque el Che era prochino. Y Cuba dependía de la Unión Soviética.

Yo me enteré posteriormente por un periodista cubano que vivía en Washington, y que estaba en la Embajada cubana en Egipto, cuando el Che se dio un recorrido por Argel y paró en Egipto. Hubo una recepción en la Embajada cubana en el Cairo, y en ese lugar, el Che se fue a las manos con el Embajador soviético por un problema de ideología.

Cuando fue al África, todo el armamento que ellos recibieron, venía de un barco de la China comunista, los rusos no le dieron absolutamente nada.

Cuando el Che fue a Bolivia, se reúne con Mario Monge, el líder del Partido Comunista Boliviano (quien se había entrevistado con Fidel Castro hacía dos meses). Se reúnen el 31 de diciembre del 66, hicieron un asado con vino para celebrar el primero de año. En esa reunión, Mario Monge le retira el apoyo total del Partido Comunista boliviano al Che Guevara.

Al agente de inteligencia cubano Renán Montero, quien estaba en La Paz para atender al Che Guevara, por cualquier problema que tuviera y que tenía contactos con diferentes fronteras para sacarlo en caso de emergencia, Cuba lo retira del país con el pretexto de que se le había vencido la visa. Después nos enteramos que tenía la ciudadanía boliviana, no había tal vencimiento de visa.

El trasmisor de radio llegó roto, o sea que el Che no podía comunicarse con Cuba, podía recibir por radio mensajes de Cuba, pero no podía mandar nada por radio. Tenía que escribirle a direcciones de inteligencia acomodada, como le decimos nosotros, una en Paris, en la ciudad de México, y otra en Montevideo, Uruguay.

Obviamente, con el sistema de correo boliviano, para el Che, contestar un mensaje le metía más de un mes, para que lo recibiera Cuba. Podía recibir mensajes pero no podía pedir nada.

Por otra parte, para el gobierno americano, como ellos sabían las discrepancias del Che con Castro, pensaron que era mejor mantenerlo vivo. Pero fue la decisión del presidente de la Republica de Bolivia de eliminarlo.

AB: ¿Qué significó para usted, estar en esos momentos y conversar con el Che?

FR: Todo fue muy fuerte, mientras él hablaba en esa habitación, parecía un mendigo físicamente y mi mente se iba a la imagen de aquel hombre que yo había conocido, nunca lo había visto personalmente antes, hasta ese momento, así que era la imagen de ese hombre que había visto a través de la televisión, de los medios, arrogante, en Moscú, en China con Mao Tse Tung, verlo en ese lugar, en la forma que estaba, era algo penoso. Los dos nos tratamos con mutuo respeto.

Por ejemplo, en la película que hizo Steven Soderbergh, “Che”, hay una escena que es totalmente falsa, cuando dicen:

– ¿Quién eres tú? -Yo soy cubano -Yo no hablo con traidores. Esa conversación nunca existió. Primero, el Che no sabía quien yo era. Después que yo le hablé de África, era obvio que un oficial boliviano no tenía conocimiento de eso, a mediados de la conversación, el Che me dijo: “No eres boliviano”. Y yo le respondí: “Comandante, ¿Quién cree que sea yo?” Y el Che me dijo: “Bueno, puedes ser puertorriqueño o cubano y por las preguntas que me has hecho, tu estas trabajando para el servicio de Inteligencia de Estados Unidos.” Yo le afirmé: “Comandante, efectivamente yo soy cubano. Yo fui miembro de los equipos de infiltración de Bahía de Cochinos. “

Eso le llamó la atención, me miró fijo y me preguntó cómo me llamaba. Le llamó la atención porque cuando nosotros desembarcamos en Cuba, nosotros teníamos un infiltrado en Cuba que se llamaba Benigno Pérez, quien después se quedo allá, lo metieron preso y él le dio a la inteligencia cubana, todos los nombres verdaderos de los nuestros. Lo utilizaron para ir a las cárceles y ver si nos reconocía visualmente, con los nombres falsos con que habíamos entrado.

Tal vez si yo le hubiera dicho Félix Rodríguez Mendigutía, el Che se hubiera dado cuenta quien yo era, porque mi tío había sido Ministro de Obras Públicas en Cuba. Yo, como no sabía que iba a pasar, solo le dije Félix, y ese nombre no le significó nada.

Con respecto al mito del Che que ha creado el gobierno cubano, quiero comentar algo: el Che quería ir a otro lugar a fomentar la guerrilla, porque sabía que en Cuba no podía quedarse. Tengo entendido que cuando fracasa en África, él se va para la República Checa, y le dan una casa como a 30 minutos de Praga, y allí estaba con Tania, la guerrillera Tamara Bunke Bider, de la Alemania del este, que era de la lnteligencia alemana. El no quería regresar a Cuba, y esto me lo contó Benigno, tuvieron que mandar al comandante Almeida y a Ramiro Valdés, para convencerlo de regresar.

La única forma por la cual lo convencieron es que se iba a ir a otra parte. El Che sabía que en Cuba no tenía lugar. Claro, que cuando fue a Bolivia lo mandaron sin ningún tipo de apoyo, yo creo que lo mandaron para que lo mataran.

Para mí fue una experiencia muy fuerte, algo que no se puede olvidar.

2 COMENTARIOS

Deja un comentario

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.