Luis de Luis[1]
“Todas las canciones hablan de mi” dice Jonás Trueba. Si, ese es el poder de la música y cada canción está escrita, específicamente, para cada persona; cada canción pone el dedo en la llaga, la flecha en la diana, el ojo en la aguja y cuenta al detalle todos los entresijos de las cosas de la vida (de tu vida, de la mía), de las cosas del querer y, sobre todo, las del no – querer; las del desamor.
Sí, es verdad que cada canción nos hace sentir únicos, que cada canción está cortada a medida y tallada a conciencia para cualquiera de nosotros; pero, sobre todo, cada canción de (des) amor sienta como un guante a Bibiana Fernández y a Manuel Bandera y, por si quedase alguna duda, así lo demuestran, con creces en “El amor está en el aire”.
Deslumbrantes, glamourosos, cómplices e invencibles Bibiana y Manuel, Manuel y Bibiana, habitan todas las canciones para narrar la vida de una pareja: desde el epílogo (cuando ya se pueden ver sin matarse) hasta que se conocen (cuando ni se les ocurre que algo pudiera ir mínimamente mal).
Así, la función se convierte en todo un espectáculo destinado a hacer disfrutar al público y Bandera y Fernández, Fernández y Bandera ponen al servicio de los espectadores su carisma, su profesionalidad y su saber hacer para entretenerles, entretenerles y entretenerles y lo consigue de largo y en buena ley.
Todo quien se siente en una butaca de Teatro Fígaro ha de saber que Félix Sabroso ha elaborado una comedia sentimental sin ñoñerías pero con certezas, sin cursiladas pero con glamour, sin glucosa pero con sabor, sin lágrimas (solo las justas) pero con risas ( las necesarias) y que desde que se levante el telón van a vivir soñando ¡hey!.
Y vivir cantando.
Lo miren por dónde lo miren es un gran, un enorme, negocio.
- Luis de Luis es crítico teatral
Ficha artística
INTÉRPRETES
Bibiana Fernández y Manuel Bandera
PIANO
Guillermo González / Marco Rasa
AUTOR Y DIRECCIÓN ESCÉNICA
Félix Sabroso
DIRECCIÓN MUSICAL
Tao Gutiérrez