Basada en hechos reales, “Un golpe a la inglesa” (The Hatton Garden Job), dirigida por el guionista y realizador británico Ronnie Thompson (“Tower Block”, “Carceral”).
Protagonizada por Matthew Goode (“Downtown Abbey”, “Descifrando Enigma”), Joely Richardson (“Milenium: Los hombres que no amaban a las mujeres”), Stephen Moyer (“True Blood”) y Clive Russell (“Sherlock Holmes 2”, “Thor: el mundo oscuro”), es un thriller en clave de comedia en el que un grupo de gánster cometen uno de los robos más audaces de lo que va de siglo, llevándose un botín de 14 millones de libras en oro, joyas y dinero en efectivo, que se encontraban en un depósito de seguridad londinense.
Aprovechando el parón de la Semana Santa de 2015, cuatro delincuentes dirigidos por un anciano Brian Reader, de 76 años, y otro personaje misterioso cuya identidad no se desvela, llevaron a cabo el mayor atraco cometido en Inglaterra, taladrando el aparentemente impenetrable depósito de seguridad de acero y hormigón de Hatton Garden, el barrio donde están concentradas las grandes joyerías londinenses.
Fantaseando sobre lo ocurrido realmente, el director ha construido una fábula nostálgica del género, recurriendo a la mayoría de los tópicos habituales en las películas de la vieja escuela y adobándolos con mucha nostalgia, en un guión al que le faltan muchos de los elementos de este tipo de comedias “a la inglesa”, y especialmente el sentido del humor a que nos tienen acostumbrado los excelentes actores ingleses que han interpretado películas comparables.