Nos centramos en los requisitos. Es esencial que así sea, pero, al mismo tiempo, hemos de tener en cuenta lo que nos complace y las subjetividades que nos otorgan beneficios sin necesidades extrañas. Progresemos desde la tranquilidad.
Nos hemos de recorrer con superaciones de vicisitudes. Nos hallaremos con responsabilidad. Nos gustaremos. Persigamos que ocurra lo que nos ensalza interiormente.
Constatemos. Hemos de mirarnos con proyectos compartidos, generosos, que tengan ilusiones y sentidos que nos recorran con aspiraciones singulares y coherentes.
Encendamos la existencia. Nos hemos de presentir con garras y ganas de avanzar desde una apertura que nos otorgue creencias en nosotros mismos. Posibilitemos.
Expresemos idealismos sobre el terreno, en la senda cotidiana misma, superando los problemas. Hay un carácter épico en cuanto hacemos, y eso nos regala, debe, garantías de futuro. Nos tenemos desde la máxima estimación en la verdad que nos une. Crezcamos cantando.
La fantasía nos permite avanzar. Nos hemos elegido, y ahora se trata de justificarnos. Tenemos mucho que potenciar, y así nos haremos, renovadamente, más felices. Reporto mi gratitud eterna.