Las joyas son esos accesorios que completan cualquier look, y aunque su estilo va cambiando por épocas, las joyas de plata y oro existen desde hace miles de años.
El origen de las primeras piezas se remonta a la Edad de Piedra. Concretamente en el Paleolítico, los primeros hombres que poblaban las tierras usaban minerales para diferenciarse del resto de personas. Los llevaban a modo de colgante y se convirtieron en piezas especiales por el brillo y color que algunas de ellas poseían.
Además de los minerales, también se utilizaban materiales más rudimentarios como las conchas, los huesos, los colmillos o los dientes. Hoy en día estos símbolos se siguen utilizando en joyería.
La Edad de Bronce fue la época de la revolución para el mundo de las joyerías. Con el nacimiento del metal, se crearon las primeras alhajas y piezas de metal y nació la orfebrería como profesión. Es en esta época donde se crean las primeras pulseras, anillos o collares de metal y eran deseados por las personas más influyentes.
Con el paso de los siglos, el avance de la tecnología ha hecho que el mundo de la joyería se reinvente cada día. Actualmente existen muchos tipos de joyas elaboradas de distintas maneras.
Las joyas en las diferentes civilizaciones
Antiguo Egipto
Es sabido por todos que los egipcios eran unos enamorados del oro y de las piedras preciosas. Gracias a sus tradiciones y costumbres de enterrar a sus faraones y personas influyentes con las joyas, en la época actual se pueden conocer como elaboraban los egipcios las joyas y que materiales empleaban.
Los orfebres utilizaban mucha variedad de piedras preciosas y semipreciosas, como son, por ejemplo: la amatista, lapislázuli, el ónix negro, el jaspe o el cuarzo.
En cuanto a los metales, se utilizaba tanto la plata como el oro, y su valor variaba según su disponibilidad, es decir, si en ese momento la plata escaseaba era más valiosa. Y con el oro pasaba exactamente igual.
Los egipcios llevaban todo tipo de joyas, desde pendientes, brazaletes, collares e incluso pulseras de tobillo.
Grecia
En Grecia, las joyas se convirtieron en complementos básicos e imprescindibles. A diferencia de los egipcios, a los griegos no les gustaba utilizar piedras preciosas, si no que los abalorios que llevaban las joyas eran también de plata u oro.
La técnica de hacer las joyas también era distinta. Los griegos no utilizaban el método de la fundición para elaborarlas, lo que hacían era unir hilos de oro y láminas mediante mecanismos del mismo material o por soldadura.
Fue en esta época cuando se desarrolló la técnica de la filigrana, a partir de hilos de oro soldados se hacían trenzados, cadenas o mallas flexibles para decorar las joyas.
Roma
Es una de las culturas que más importancia le daba a la orfebrería. Todo tipo de complementos y adornos podían ser joyas, entre ellas peinetas, pendientes, anillos o agujas de pelo y estaban hechas con todo tipo de materiales, como el oro y la plata o la cerámica y porcelana y con piedras preciosas como son las esmeraldas o los zafiros. Estas piezas se utilizaban por todas las clases sociales y se diferenciaban según el valor del material con el que estaba elaborado.
De los antiguos romanos nacen lo que hoy conocemos como las alianzas. En esa época surgió la tradición que continúa hoy en día de entregar el anillo a la pareja como símbolo de unión y compromiso.
Renacimiento
En la época del renacimiento ya se comercializaba con piedras preciosas, por lo que la llegada de estas a Europa supuso un avance importante en la joyería. Muchas joyas se elaboraban con esmeraldas colombianas, turquesas, rubíes de la India, amatista y lapislázuli.
El mejor momento de la joyería se produjo alrededor de 1804, con la coronación de Napoleón y la introducción por su parte de los Parures (conjuntos de joyas a juego), lo que supuso el boom de las joyas.
Nacieron en esa época los diferentes fabricantes de joyas, por una parte, los joyeros baratos conocidos como bijoutiers, de donde viene el nombre de bisutería, y por otra parte los joyeros caros o joailliers.
Actualidad
En la época actual la forma de elaborar las joyas ha cambiado y avanzado gracias a la tecnología. Las piezas son más refinadas, aunque los materiales con los que se realizan son los mismos, pero varía su valor.
- Existe la bisutería, con materiales que imitan la plata y el oro, así como las piedras preciosas, aunque no son auténticos.
- También conocemos la joyería media, cuyos materiales suelen ser plata u otros metales y a veces con baños en oro.
- Por último, la alta joyería es la que se elabora con los mejores materiales y que más valor tiene. Son piezas de oro de varios quilates y de piedras preciosas como el diamante, el rubí o la esmeralda.
Una joya nunca puede faltar en un joyero, da igual la ocasión o el momento, una joya siempre es un acierto.
