«Historias del buen valle» una película escrita, dirigida y montada por José Luis Guerin

Galardonada con el premio especial del jurado en el festival internacional de cine de San Sebastián el pasado mes de septiembre, llega a las pantallas de Francia «Historias del buen valle»(2025)undécima película en la brillante filmografía del cineasta catalán José Luis Guerin, tras una larga ausencia, desde el estreno de «La academia de las musas» (2015).

Historias-el-buen-valle-cartel «Historias del buen valle» una película escrita, dirigida y montada por José Luis Guerin

Veinticinco años después de «En construcción» (2001 premio Fipresci) regresa Guerin con una película que tiene mucho en común con aquella, pero que es al mismo tiempo un compendio de las preocupaciones temáticas de su coherente, aunque variopinta filmografía, desde» Innisfree» a «Tren de sombras», entre otras.

Lejos del mal llamado documental, las películas de Guerin, autodidacta y cinéfilo empedernido buscan encontrar la emoción de un instante, como la sonrisa de Nanuk el esquimal o la desesperación de Charlot en «el chico», influencias que acompañan, como las de Ozu y Murnau entre otras, su cine repleto de generosos sentimientos.

La destrucción de Vallbona entre el documental y la ficción

«Historias del buen valle» es una película que nos habla de Vallbona, una barriada popular en el valle del Besos, junto al canal del Rec en Barcelona y del rio Besos, en esa frontera difícil de definir entre la investigación documental y la ficción, que caracteriza la breve y brillante filmografía de Guerin.

Vallbona es una zona montañosa donde se practicaba antaño la agricultura, en donde con el tiempo se fueron instalando gentes venidas del sur, toda una población inmigrante variopinta y de orígenes muy diversos. Una barriada popular rodeada de autopistas y de vías férreas que es hoy objeto de proyectos urbanísticos y de especulación inmobiliaria que ponen en tela de juicio la existencia de ese microcosmos ecológico y marginal.

Pero lo que interesa a José Luis Guerin a partir de esa investigación documental y documentada (como era el caso también con «en construcción») es el encuentro con los seres humanos que habitan el lugar, y con los que emprendió dos largos años de trabajo cinematográfico para restituir la memoria de la gente y del lugar.

Es por eso que, al hablar de esta película escrita, dirigida y montada por él mismo, prefiere decir que es un «work in progress de José Luis Guerin» en lugar de «una película de» o «dirigida por». Una vez más el cine de Guerin se construye o se teje mientras se va poniendo el jersey, sin guion previo, gran desafío para sus productores, alternando rodaje y montaje a medida que los encuentros con sus personajes le van dando pistas para lograr magnificas imágenes de cine e improvisados diálogos en las que no falta nunca ni acción, ni emoción.

Samuel Fuller decía que el cine es «acción y emoción» y Guerin demuestra que a través del denominado género documental se puede obtener ese mismo resultado que el espectador espera de la ficción.

Historias-el-buen-valle-fotograma-rio-900x506 «Historias del buen valle» una película escrita, dirigida y montada por José Luis Guerin
Historias el buen valle, fotograma en el rio

Empapado de cinefilia y de cultura cinematográfica Guerin privilegia en su modo de trabajo la puesta en situación a la puesta en escena. Sus diálogos son improvisados por sus personajes, aunque las situaciones orientadas, y sus encuadres siempre trabajados exigiendo a veces una repetición para obtener el resultado deseado.

Con una sola cámara y un único punto de vista, cuestión de ética salvo rara excepción que viene a confirmar la regla, Guerin va captando momentos que son verdaderas revelaciones y va tejiendo el guion de su película.

Tras filmar su propio trabajo de casting con la gente del lugar va construyendo el relato con verdaderos personajes naturales, que relatan su vida y sus vivencias en esa barriada popular. Los diálogos que van surgiendo de esos encuentros y secuencias abordan a partir de la historia de Vallbona, todos los temas que atraviesa nuestra sociedad:

La inmigración, el racismo, la especulación inmobiliaria, la ecología, el lenguaje con las plantas, el desarraigo de la gente y de los árboles trasplantados de la misma forma que desarraigadas son las personas, una bandera palestina en los balcones, los desahucios, el miedo a la muerte, nostalgia de lo que fue el barrio y lo que queda hoy, la sexualidad, el amor, los sueños, vivencias y pesadillas de unos y otros, niños, jóvenes, adultos y ancianos. Fragmentos de vida captados provocando el instante adecuado, en lo que Guerin denomina «un pacto con el azar».

Vallbona y sus gentes filmadas con luces y sombras en su cotidianeidad, sus bailes, sus canciones flamencas o portuguesas, como también esa balada country «El valle del rio rojo» que nos lleva al universo del western. Los trenes y sus sombras llegan también aquí como en el Far West con la especulación inmobiliaria. Sus diálogos y testimonios alternan con silencios y música adicional para ilustrar las vivencias de esa comunidad repleta de tolerancia en donde cohabitan inmigrantes de todos los orígenes: marroquíes con gitanos, portugueses con rusos y ucranios, gallegos con africanos de Guinea Ecuatorial o con latinoamericanos de. República Dominicana.

La esmerada banda sonora que recoge los ruidos urbanos, el soplo del viento, el temblor de las hojas, el agua del rio o el pasar de los trenes que como una amenaza rodean Vallbona, va dando el ritmo a la narración. En el cine de Guerin la toma de sonido precede a menudo la propia filmación. La música adicional o en directo son también elementos claves del montaje. Un trabajo de investigación documental filmado pues con la magia del cinematógrafo.

«Historias del buen valle» es una bocanada de sana utopía en este mundo atroz capaz de contemplar con indiferencia genocidios e infanticidios en la martirizada Palestina. Vallbona ¿Un mundo en vías de extinción o bien una chispa de esperanza observada por la afectuosa mirada de un cineasta de los mejores, aquellos que te invitan a reflexionar sin darte la respuesta?

Guerin da la palabra a los que Fanon llamaba «condenados de la tierra» en esa barriada tan lejos y tan cerca de Barcelona.

Un anciano que ve Vallbona como una película del oeste, dos mujeres guineanas que sueñan con su playa en Embonda, una niña que no comprende porque está prohibido bañarse en el rio y estar en el agua, una joven «morita» que resume bien la esencia del peor racismo, una niña que querría ser una margarita blanca en día que se muera, las plantas, las flores y las semillas como el ciclo entre la vida y la muerte.

La tertulia de los hombres del lugar y sus reflexiones existenciales, el café del barrio escenario de canciones, y de bailes, los encuentros en esa zona de bañada prohibida, donde se cruzan opiniones y reflexiones de inmigrantes de todos los orígenes, niños, adultos y ancianos.

«Historias del buen valle» es todo eso y mucho más, una verdadera lección de cine y de generosa humanidad, que termina con la simbólica imagen de la huida de los habitantes en el rio cuando se anuncia la llegada de los «maderos», en el rio la corriente se lleva una sandia quebrada como la dignidad ensangrentada en Palestina mientras el plano de un perro solitario trae la palabra fin y los títulos de crédito. A buen entendedor evocadoras imágenes y pocas palabras bastan.

Guerin-en-San-Sebastian «Historias del buen valle» una película escrita, dirigida y montada por José Luis Guerin
Guerín en San Sebastián

José Luis Guerin un artista del cinematógrafo

Mi primera entrevista con José Luis Guerin fue en 1984, cuando presentó ya en el festival de San Sebastián su primer largometraje «Los motivos de Berta», que él definía como una fantasía sobre la pubertad. Berta (la joven Silvia Gracia) niña casi adolescente solitaria en un medio rural que descubría la pubertad tras la llegada al pueblo de un enigmático personaje con un misterioso sombrero de tres puntas.

Exquisita opera prima que transcurría en la provincia de Segovia, en la estepa castellana filmada con un conglomerado de influencias cinematográficas que siempre han alimentado su imaginación, desde Robert Bresson a Víctor Erice, de Robert Flaherty a F.W. Murnau o Alexandre Dovjenko. La Berta de Guerin nos hacía inevitablemente pensar en la Mouchette de Bresson y en la Ana Torrent de «El espíritu de la colmena».

Una película que llevaba ya todo el ADN cinematográfico de Guerin en esa voluntad que le acompaña desde entonces de borrar las fronteras que separan la ficción del cine documental, con una permanente reflexión sobre la diferencia entre cine como puro divertimento y cinematógrafo como instrumento artístico de reflexión y experimentación.

Escapando siempre a la tentativa de los críticos de ponerle una etiqueta, Guerin nos ha acostumbrado, al ritmo de dos películas cada diez años, a variar de temas y sorprendernos por nuevos derroteros. Tardó cinco años en filmar su segunda película en 1990: «Innisfree», cuya idea surgió durante un viaje en Irlanda, al visitar el pueblo de Inisfree (isla libre) en dónde John Ford rodó «El hombre tranquilo» (1952) con John Wayne y Mauren O’hara.

Aunque el western forma parte de la cultura cinéfila de Guerin y Ford es un admirado clásico del género, «Innisfree» (presentada en un certain regard en Cannes) surgió no como una película cinéfila sobre Ford sino a través del encuentro con la gente del lugar que han mantenido en sus recuerdos toda la mitología que rodeó ese rodaje.

En La Irlanda de su infancia Ford se inspiró en un poema de William Butler Yeats «La isla del lago de Innisfree» para elaborar su nostálgico guion. Como a menudo después en su filmografía lo que interesó a Guerin en esa Irlanda profunda, fueron los seres humanos que allí encontró, testimonios de una leyenda.

Siete años después volvió a Cannes a la quincena de realizadores y nos sorprendió de nuevo con «Tren de sombras»o «El espectro de Le Thuit», (1995) una lúcida y brillante reflexión sobre la manipulación y el poder de la imagen y el sonido. Un homenaje a la historia del cine desde los Lumière y Méliès hasta nuestros días, a partir de un falso film de familia.

En mi opinión una de sus películas más brillantes e injustamente olvidada o poco conocida del más amplio público. La película fue coproducida por Pere Portabella, otro artista francotirador del séptimo arte, con motivo del centenario del cinematógrafo. Una ficción sin personajes en la que las musas de Guerin se paseaban en bicicleta como fantasmas a través de las épocas en la mansión de un abogado parisino de los años treinta.

Su mayor éxito y su película más difundida será en 2001, la multipremiada «En construcción», un documental realizado con un modo de filmación muy singular. Plantando su camara video ante las obras de demolición del Raval en el barrio chino de Barcelona se interesa una vez más Guerin por lo humano, captando momentos y diálogos al azar, según su doctrina de privilegiar la puesta en situación a la puesta en escena, pescando imágenes a la manera de Flaherty.

Los habitantes del lugar eran los personajes de esa brillante docuficción que, aunque muy diferente tiene mucho en común con su reciente «Historia del buen valle», en esa voluntad de provocar constantemente lo que él denomina «un pacto con el azar».

Las musas de José Luis Guerin

Cambio de género en 2007 con «La ciudad de Silvia», esta vez con dos actores profesionales Pilar López de Ayala y Xavier Lafitte. El punto de partida fue en esta ficción una instalación fotográfica en la muestra de Venecia en torno a la idea de Marcel Proust sobre la obsesión por las mujeres que no conocemos que alimentan la fantasía masculina. Esas musas que vimos un día en la calle o en un café y que nunca volveremos a encontrar…

La musa inaccesible era Pilar López de Ayala y su poeta soñador y dibujante el francés Xavier Lafitte, ambos actores ya reputados, lo que no es común en el cine de Guerin. Una obra elegante y poética en busca de un amor perdido, rodada en la ciudad de Estrasburgo en Francia.

«Guest» (2010) realizada entre 2007 y 2009, que se presenta en apariencia como un diario de viaje de un cineasta invitado (guest) en múltiples festivales de cine para presentar su película «En la ciudad de Silvia», es así mismo una obra de relieve en su filmografía.

Con una cámara digital en mano Guerin filma en diversas ciudades del mundo en un recorrido de Venecia a Venecia, pasando por Vancouver, La Habana, Macao, Paris, Jerusalén, Bogotá, Lima etc. etc. Sus musas le acompañan en esos dos años entre el viaje y el montaje definitivo.

Provocando ese azar objetivo del que hablaban los surrealistas, imágenes y encuentros con diversos personajes a través del planeta (una fotógrafa colombiana, un viejo enfermero cubano, los sin techo, los indocumentados , los niños palestinos, un homenaje a Jonas Mekas, una joven cubana, y muchos otros) serán el material fílmico (150 horas filmadas) para extraer dos horas de una narración fílmica, en donde lo humano prevalece sobre los lugares transitados a través de la generosa mirada de Guerin.

Con un esmerado montaje Guerin logra una narración coherente en la que los temas abordados por unos y otros de sus personajes se entrelazan pasando de un continente a otro, para demostrar si falta hacía que el buen cine de ficción lleva siempre una dosis de documental y el buen documental esa emoción que se suele atribuir a la ficción.

«La academia de las musas» 2015 nos llevaba a una experiencia diametralmente opuesta a la de «La ciudad de Silvia» privilegiando los diálogos como elemento clave de la narración fílmica. Sus musas, siempre presentes de una forma u otra en las películas de Guerin, las encontramos esta vez en la universidad de Barcelona.

La filmación de un curso de filología sobre el tema: las musas y el amor en la poesía y la literatura, fue la base del film, que se fue construyendo con esas no actrices, transfiguradas por la camara de Guerin. Modelos bresonianos a los que pone en situación para mejor captar emociones, sensualidad y sentimientos de absoluta autenticidad. Una ficción repleta de la influencia austera de Bresson y de las comedias y proverbios de Rhomer sobre el tema de la seducción y la relación de poder entre un carismático profesor y sus alumnas.

De las once películas de su filmografía, tengo tres asignaturas pendientes, que espero recuperar en la próxima retrospectiva que de la obra de José Luis Guerin ha programado este mes de diciembre en Paris la cinemateca francesa. La última presentación integral de la filmografía de José Luis Guerin tuvo lugar en Paris en 2012 en el centro cultural Georges Pompidou.

«Historias del buen valle» se estrena en Francia el 17 de diciembre de 2025.

Filmografia de Jose Luis Guerin:

  • 1984 Los motivos de Berta
  • 1990 Innisfree
  • 1997 Tren de sombras
  • 2001 En construcción
  • 2007 En la ciudad de Silvia
  • 2010 Guest
  • 2011 Correspondencias Jonas Mekas/ J.L Guerin
  • 2011. Recuerdos de una mañana (mediometraje)
  • 2015 Le Shaphir de Saint Louis (mediometraje)
  • 2015 La academia de las musas
  • 2025 Historias del buen valle
Julio Feo Zarandieta
Periodista profesional en Francia desde 1976. He trabajado durante 35 años como periodista (Responsable de edición y critico de cine) en el servicio en castellano de Radio Francia Internacional. Pero también como corresponsal en Paris de diversos diarios y semanarios españoles y critico en Cine Classics (canal plus). Jubilado desde el 2013, escribo ahora en Periodistas en español y en Aquí Madrid. Miembro del Sindicato Francés de la critica de cine y de Fipresci, he cubierto numerosos festivales de cine internacionales, muy especialmente Cannes y San Sebastián. Militante antifranquista en los años sesenta, resido en Francia desde 1974, fecha en que me acordaron el asilo político. Hoy en día tengo la doble nacionalidad hispano francesa.

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