Un grupo de indígenas brasileños ha solicitado ayuda internacional para evitar nuevas matanzas después de los acontecimientos que denunció Survival a principios de este mes de septiembre de 2017.
Según esta organización, el Ministerio Público Federal del Estado Amazonas en Brasil está investigando una denuncia sobre la masacre de más de diez integrantes de un pueblo indígena no contactado a manos de mineros de oro ilegales en un remoto río amazónico. De confirmarse, ello significaría que una quinta parte de la tribu habría sido exterminada.
El grupo de indígenas aislados apareció en Brasil junto al borde fronterizo peruano, cerca de donde se sacó esta fotografía aérea en 2010. © G. Miranda/ FUNAI/ SurvivalArriba. Paulo Marubo, coordinador de la organización del Valle del Javarí en la Frontera amazónica de los no contactados. © Amazonas Atual
Ahora es Paulo Marubo, líder indígena marubo del oeste de Brasil, quien ha declarado que “podrían producirse más ataques y asesinatos”, porque “los recortes de fondos de la Funai[1] han afectado directamente a las vidas de los pueblos indígenas, principalmente a las de los más vulnerables”.
Marubo es el coordinador general de la organización indígena Univaja, que defiende los derechos indígenas en la frontera amazónica de los no contactados, la región con mayor concentración de pueblos indígenas aislados del mundo.
También Coiab, la organización que representa a los indígenas de la Amazonia brasileña, ha denunciado los drásticos recortes en el presupuesto destinado a la Funai, que han dejado muchos territorios indígenas sin protección. Aseguran que “los recortes y el desmantelamiento” de este organismo “favorecen a los políticos poderosos que siguen saqueando” sus recursos, sus derechos territoriales y su existencia, “e interesa a quienes defienden la minería en tierras indígenas”.
Una larga lista de asesinatos
Aunque aún está sin confirmación oficial el asesinato de los diez indígenas aislados, todo apunta a que fueron ultimados por garimpeiros (mineros de oro), y sus cuerpos mutilados y arrojados a un río. Al parecer, los mineros se jactaron de la atrocidad en un bar de una localidad cercana. Entre las víctimas habría mujeres y niños.
La presunta masacre es solo la última de una larga lista de asesinatos previos de indígenas aislados en la Amazonia, como la de Haximu de 1993 en la que 16 indígenas yanomamis fueron asesinados por un grupo de buscadores de oro.
Más recientemente, un grupo de indígenas sapanawas se mostró en la Frontera amazónica de los no contactados y denunció que sus hogares habían sido atacados y totalmente quemados por foráneos, y que mataron a tantos miembros de su comunidad que no fueron capaces de enterrar todos los cuerpos.
Todos los pueblos indígenas aislados se enfrentan a una catástrofe a menos que su tierra sea protegida. Survival International está haciendo campaña con este fin, y para que tengan la oportunidad de decidir su propio futuro.
- Departamento de asuntos indígenas del Gobierno brasileño.