Investigadores de la Universidad Pompeu Fabra han analizado la influencia de los factores ambientales como son el estrés y los efectos del cannabis en adultos cuando han sido adolescentes consumidores. En España, el Plan Nacional sobre Drogas ha mostrado un año más, el aumento del consumo de cannabis en una revisión reciente y la franja de edad supone que los adolescentes comienzan a fumarlo entre los 12 y los 17 años de edad.
Actualmente el cannabis sigue siendo una droga consentida en muchos países y su consumo comienza en la edad temprana, aproximadamente los 13 años. Esta etapa es importante para el cerebro y tomarlo supone un riesgo importante para la maduración y reorganización de las sinapsis neuronales de ahí que muchos adolescentes tengan riesgo de padecer enfermedades psiquiátricas en la segunda década de la vida tras haber sido consumidores activos durante más de cinco años. Esta investigación que ha sido tratada en roedores ha mostrado que la exposición al cannabis y al estrés durante la adolescencia puede llevar a trastornos de ansiedad a largo plazo y están caracterizados entre otros síntomas por un miedo patológico.
«Hemos investigado las consecuencias de la exposición simultánea al Δ9-tetrahidrocannabinol (THC), el principal responsable de las propiedades psicoactivas del cannabis, y al estrés durante la adolescencia”, explican Rocio Saravia y Marc Ten-Blanco, primeros autores del artículo. Concretamente, su estudio se basa en cómo esta exposición durante la adolescencia, afecta a la extinción de la memoria del miedo en los ratones adultos.
Los hallazgos destacan la influencia de factores ambientales como el estrés en los efectos deletéreos de la exposición al cannabis durante edades precoces y sugieren que las consecuencias del consumo precoz de cannabis dependen de manera importante del ambiente de consumo. La presencia de situaciones de estrés, que es habitual en los consumidores de esta sustancia, puede empeorar sus efectos deletéreos y existe una disminución de la actividad neuronal en la amígdala basolateral y en la corteza prefrontal infralímbica lo que sugiere una desregulación a largo plazo del circuito que regula el miedo.
Las enfermedades que como consecuencia de la ingesta de drogas tienen lugar a posteriori, esquizofrenia, trastorno bipolar o brotes psicóticos, están directamente relacionados con la ingesta del cannabis. Los daños en el cerebro del adolescente son importantes y la afectación cognitiva pasa por un deterioro de la memoria, una falta del control de los impulsos y un aumento signicativo de la ansiedad, además de ataques de pánico, fobias y estrés postraumático; algo que están directamente relacionado con las drogas.
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