Marruecos ha cancelado en dos ocasiones una visita oficial de los Reyes de España
Ondear la bandera española en territorio marroquí se está convirtiendo, de forma no buscada, en un símbolo de resistencia y crítica al régimen marroquí.
En Marruecos, la ley 17-05 aprobada en octubre del año 2005 sentencia a condenas de seis meses a tres años de prisión por insultar a la bandera nacional, así como multa de entre 10 000 y 100 000 dirhams (entre 915 y 9151 euros). La condena puede alcanzar los cinco años cuando el acto se comete durante un acto público o un mitin.
La reciente noticia de que se está juzgando por “ultraje a los símbolos nacionales” a cuatro seguidores del Hassania Unión Sport Agadir (HUSA) por haber desplegado la bandera española en el partido contra el Olympique de Juribga el pasado 30 de septiembre (1-0 resultado final) es el último incidente de una larga lista. Como curiosidad, el HUSA es el único equipo marroquí que cuenta con jugadores palestinos en sus filas.
Un joven de veinte años está acusado de “insultar a la bandera nacional” y se encuentra en la prisión de Ait Melloul, mientras que los otros tres procesados están en libertad condicional. La sección local de la Asociación Marroquí de Derechos Humanos (AMDH) criticó las detenciones.
Pero hay que recordar que no es la primera vez, y no solo en el fútbol, que se luce la bandera rojigualda con motivo de protestas. Así pasó en el Rif, en las iniciales protestas del Hirak, con insultos de una diputada a los rifeños y en la protesta de Sidi Ifni, donde por cierto, nuestra bandera fue ultrajada con el silencio del consulado español en Agadir.
En las últimas semanas, medios oficiales marroquíes denunciaron que el despliegue de la bandera española tiene un “significado político” y también es una “señal de desconfianza” hacia las autoridades, después de lo ocurrido en la antigua capital del Protectorado español, Tetuán, donde en su estadio Saniat Ramel, además de pitarse públicamente el himno marroquí hubo cánticos previos como “El pueblo quiere renunciar a la nacionalidad marroquí” o “Nosotros te vengaremos Hayat”.
Efectivamente, el pasado 28 de septiembre de 2018, el partido entre el Mogreb Atlético de Tetuán (MAT) y el Kawkab de Marrakech (KACM) se convirtió en una marcha de protesta por las calles de Tetuán de miles de personas por la muerte de la joven tetuaní Hayat Belkacem, de diecinueve años, por disparos de la Marina Real cuando viajaba en una patera hacia la costa española. Hace escasos días las autoridades han obligado a cambiar la lápida donde figuraba como víctima del “martirio”.
Los jóvenes seguidores de la peña ‘Matadores’ sortearon la prohibición de concentraciones públicas ya que, equipados de negro, -segunda equipación del MAT- siempre se reúnen antes de los partidos en el bulevard Tariq Ibn Ziyad, donde, camino al estadio, no solo gritaron contra su nacionalidad, sino que dijeron en varias ocasiones “Viva España” ondeando la bandera rojigualda.
Al terminar el encuentro con la derrota local 1-4, hubo incidentes de orden público y aunque se produjeron detenciones e interrogatorios a los representantes de la peña tetuaní, todo quedó enmarcado en el contexto deportivo. El club fue condenado a jugar un partido a puerta cerrada y 50 000 dirhams (4575 euros) de multa.
Hay que recordar que, especialmente, los seguidores del Atlético Tetuán, aunque también ha pasado en Tánger, con su equipo, el IRT, despliegan la bandera española en los partidos, este gesto no ha tenido nunca ningún problema. En Tetuán se anima en español y las peñas llevan nombres hispanos, ‘Siempre Paloma’ solía poner una pancarta en castellano que decía ‘Años de pasión, fidelidad y sacrificio’, otras peñas son Ali Baba, Los Marineros de Rincón y la Torre de Martil.
En Marruecos está prohibido desplegar banderas de otros países en balcones, por ejemplo tiempo atrás, unos estudiantes universitarios que junto a la efigie del Ché Guevara desplegaron una bandera cubana fueron detenidos. Además, el pasado agosto un residente francés fue condenado tras bailar desnudo y cubrirse con una bandera marroquí. También en el pasado proceso a los activistas del Rif hubo preguntas a los acusados como por qué no había banderas marroquíes en las protestas y sí amazighs o bereberes y de la extinta República del Rif.
Por último, lamentar que en España medios conservadores critiquen al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, por no haber ido aún a Marruecos mientras se silencia que los Reyes llevan esperando viajar al país vecino, sufriendo además el desplante de haberse suspendido dos veces la prevista visita, una en noviembre de 2017 y otra en enero de este año. Esta última, con tan solo una semana de antelación, por motivos poco claros explicados por las autoridades marroquíes. Entonces dijeron que se aplazaba a marzo, ya estamos en octubre y sigue sin existir fecha.