Tom Andrews, diplomático estadounidense designado relator especial de Naciones Unidas (ONU) para los derechos humanos en Birmania, acusó este viernes 22 de octubre de 2021 a la Junta birmana de «concentrar decenas de miles de soldados y armas pesadas» en el norte del país y dijo que teme que se estén cometiendo «delitos contra la humanidad y crímenes de guerra».
«Debemos estar preparados, como los están las gentes de esa parte del país, para atrocidades masivas aun más numerosas», dijo Andrews dirigiéndose a la Asamblea General de la ONU, en Nueva York.
Concretó que «las tácticas recuerdan a las empleadas por el ejército en sus ataques genocidas de 2016 y 2017 contra los rohinyás, en el estado de Rakhine”.
Andrews presentaba ante la Asamblea su informe anual relativo a la situación de los derechos humanos en Birmania, en el que se dice que «la junta militar birmana está perpetuando, desde su golpe de estado de febrero, probables crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra».
El ejército birmano, al frente del país desde el golpe de estado del 1 de febrero de 2021 contra el gobierno civil presidido de facto por la jefa de la oposición no violenta a la dictadura militar y Premio Nobel de la Paz 1991, Aung San Suu Kyi, anunció que con motivo de la fiesta budista de Thadingyut amnistiaba a más de cinco mil personas, presos políticos detenidos en las manifestaciones que siguieron al golpe por todo el país.