La mitad de los 422 millones de personas que padecen diabetes en el mundo no pueden acceder a la insulina que necesitan, planteó la Organización Mundial de la Salud (OMS) al lanzar un nuevo pacto contra esa enfermedad.
El número de personas con diabetes se ha cuadriplicado en los últimos cuarenta años. Es la única enfermedad importante no transmisible por la que el riesgo de morir prematuramente aumenta en lugar de disminuir, destacó el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, este 14 de abril de 2021.
Más aún, una alta proporción de personas que están gravemente enfermas en el hospital con COVID-19 tienen diabetes, por lo que la necesidad de tomar medidas urgentes contra la diabetes es más clara que nunca.
El nuevo pacto, lanzado en el marco de la Cumbre Mundial sobre la Diabetes, auspiciada por la OMS, el gobierno de Canadá y la también canadiense Universidad de Toronto, aunará esfuerzos de gobiernos, instituciones, empresas y pacientes para mejorar la prevención, el diagnóstico y el acceso a medicamentos, se indicó.
En particular, la insulina, de cuyo descubrimiento se cumple un siglo este año y constituye un mercado dominado por tres grandes farmacéuticas, la estadounidense Eli Lilly, la danesa Novo Nordisk y la franco-alemana Sanofi-Aventis.
La OMS considera que la precalificación de la insulina producida por más fabricantes podría ayudar a aumentar la disponibilidad de ese fármaco con calidad garantizada y a precios asequibles para países en desarrollo que actualmente no satisfacen la demanda.
La organización humanitaria Médicos Sin Fronteras (MSF) dio la bienvenida al nuevo pacto y subrayó la necesidad de acelerar la disponibilidad de más fuentes de insulina humana de calidad garantizada para que todas las personas que lo necesiten puedan acceder a un medicamento vital.
Según MSF, en 2018 el costo de producción de insulina, incluido un margen de beneficio, estaba entre 72 y 133 dólares por paciente al año. Sin embargo, el precio de la insulina disponible para sus proyectos estaba entre 300 y 1000 dólares, dependiendo del tipo y dispositivo de inyección que necesite el paciente.
Helen Bygrave, asesora de MSF, dijo que millones de personas en el mundo carecen de acceso a la insulina para controlar su diabetes, y las previsiones nos dicen que la necesidad de insulina se va a disparar, en gran medida debido al aumento de la diabetes de tipo dos en los países de ingresos bajos y medios.
La insulina no es el único bien escaso, pues muchas personas luchan por obtener y pagar también medidores de glucosa en sangre y tiras reactivas.
La OMS admitió que posiblemente la mitad de las personas afectadas por la diabetes tipo dos, la más común, no están debidamente diagnosticadas, y MSF maneja la cifra de 463 millones de personas con esa enfermedad en todo el planeta.
Numéricamente, la mayor cantidad de pacientes con diabetes está en China (116 millones), seguida de India (77), Estados Unidos (31), Pakistán (19), Brasil (17), México (13) e Indonesia (10 millones).
En América Latina y el Caribe, los países con mayor porcentaje de su población afectados son Belice (12,4 por ciento) y México (10,7), y en capitales como Bogotá, Guatemala y Managua afecta a entre ocho y diez por ciento de sus habitantes.
La tendencia señala que hacia el año 2045 puede haber setecientos millones de personas con diabetes, lo que el nuevo pacto propone encarar a base de innovaciones con tecnologías de bajo costo y requiriendo a los países que incluyan la enfermedad en sus planes de atención primaria y cobertura universal de salud.