En declaraciones al periódico de Singapur Lianhe Zaobao, censurado en China, efectuadas durante un acontecimiento deportivo el pasado domingo en Shanghai, la tenista china Peng Shuai ha negado haber sido víctima de agresiones sexuales: «ante todo –ha dicho- quiero insistir en un punto muy importante, Nunca he dicho o escrito que alguien me hubiera agredido sexualmente (…) Se han producido muchos malentendidos sobre un asunto de orden privado», asegura la tenista en la entrevista grabada con un teléfono móvil.
«Este cambio de actitud no parece indicar nada bueno», asegura el diario francés Libération en un artículo publicado este 20 de diciembre de 2021, haciéndose eco de las primeras declaraciones públicas de la tenista china Peng Shuai, «desaparecida» desde que a principios de noviembre denunció haber sido agredida sexualmente, e incluso violada durante años, por un alto cargo del gobierno chino.
Antes, una periodista china del diario nacionalista Global Times había publicado en Twitter un vídeo de siete segundos en el que se ve a Peng Shuai conversando con la estrella del baloncesto Yao Ming.
En un comunicado. La WTA (World Tennis Association), entidad que gestiona el circuito femenino de tenis, se ha manifestado este lunes «preocupada» por Peng Shuai: «sus apariciones (públicas) no tranquilizan las preocupaciones de la WTA en cuanto a su bienestar y su capacidad para comunicar sin censura ni coerción».
A principios de noviembre de 2021, en un mensaje publicado en la red social china Weibo –que enseguida desapareció- Peng Shuai se refería a una relación «sincera pero contrariada con el ex primer ministro chino Zhang Gaoli», casado y cuarenta años mayor que ella, y mencionaba entre otras cosas una relación sexual «forzada con Zhang antes y después de que ocupara un alto cargo en el gobierno comunista». Según la prensa internacional, Zhang Gaoli fue de 2013 a 2018 uno de los siete políticos más poderosos de China.
La censura china retiró ese mensaje y después no se volvió a ver a Peng Shuai en público durante varias semanas, lo que generó una gran preocupación en los medios deportivos de la alta competición, lo mismo que en la ONU y en numerosos países que reclamaban poder verla. Mientras aumentaba la presión internacional, la WTA anuló todos los torneos previstos en China al tiempo que reclamaba una investigación independiente sobre la presunta violación de Peng Shuai.
Los medios de comunicación chinos han silenciado el asunto y los censores recorren las redes sociales para borrar cualquier alusión al escándalo. Al mismo tiempo, la mayoría de las ediciones digitales de los medios occidentales se encuentran bloqueadas en China, aunque la información circula de boca a boca.
En los últimos días, varios periódicos chinos han publicado fotografías de quien fuera campeona olímpica de dobles, así como una captura de pantalla de un correo electrónico, que se supone es suyo aunque no son pocas las dudas, y en el que está escrito «todo va bien».
Igualmente, Peng Shuai tuvo hace unos días una conversación por videoconferencia con el presidente del Comité Olímpico Internacional, Thomas Bach, lo que no impide que WTA y numerosas personalidades del tenis mundial continúen reclamando al gobierno chino más transparencia sobre este caso, ciertamente confuso.
Los «buenos consejos» funcionan…