La vista no entiende de edades

La vista es uno de los sentidos más importantes que tenemos. Gracias a nuestros ojos podemos ver lo que nos rodea: nuestros familiares y amigos, paisajes maravillosos repartidos por todo el planeta, series y películas, espectáculos y buenos libros, etc.

problemas-de-visión-vista-ojos La vista no entiende de edades

Cuando nuestra vista está sana, no siempre somos conscientes de la suerte que tenemos de no sufrir problemas de visión, y es cuando los experimentamos que  nos damos cuenta de cómo cambia la forma de ver el mundo.

Sufrir alguna enfermedad ocular es mucho más común de lo que a priori parece. Estos problemas pueden ir desde unas simples dioptrías corregibles, hasta distintos grados de limitación visual o ceguera, en algunos casos irreversible. Y, aunque la gente mayor es el colectivo más afectado (siendo habituales en edades avanzadas patologías como las cataratas, el glaucoma o la DMAE), también es cierto que niños y jóvenes no están exentos de alteraciones como el queratocono.

Precisamente por ello, en el campo de la oftalmología, como en cualquier área de la medicina, el mejor tratamiento es la prevención. Es mucho más efectivo evitar problemas, diagnosticarlos precozmente y enlentecer su avance, que intentar remediarlos cuando ya han provocado daños importantes. Por tanto, es recomendable que cuides de ese bien tan preciado que son tus ojos. Sobre todo, si a día de hoy todavía no tienes dificultades de visión y quieres conservar una buena salud ocular a lo largo de la vida. Así pues, estos son algunos consejos para mantener tu vista en óptimas condiciones.

Revisiones oftalmológicas anuales

A veces, tenemos la tendencia de pensar que mientras somos jóvenes la vista nos respetará y no surgirá ningún problema. Pero esto no siempre es así. Aunque ciertas dolencias están ligadas al paso de los años, como es el caso de la presbicia, que tarde o temprano acaba ocurriéndonos a todos, muchas otras pueden surgir en edades bien tempranas. La vista no entiende de edades.

Acude, por lo menos, una vez al año a tu clínica oftalmológica para someterte a una revisión de la vista. Así podrás ir controlando cómo evolucionan tus ojos y podrás poner remedio más fácilmente si surge algún tipo de contratiempo.

Al margen de las revisiones anuales, también debes acudir al oftalmólogo si notas cualquier molestia ocular o síntoma, como falta de nitidez, irritación, dolor y/o inflamación, exceso de sensibilidad a la luz, visión doble, manchas negras… Conviene no dejarlo pasar e identificar qué causa hay detrás para poder tomar las medidas necesarias y paliar efectos negativos sobre tus ojos.

Usa gafas de sol

Los rayos del sol pueden ser muy perjudiciales para tu salud visual y sus daños son acumulativos. Especialmente en los meses de primavera y verano, pero también durante todo el año, utiliza gafas de sol que protejan tus ojos. Han de ser gafas de calidad, compradas en establecimientos de confianza y con filtros homologados. Acude a una óptica y gradúa las lentes, si lo necesitas, para tener el mejor confort visual.

Descansa la vista

En la actualidad, pasamos muchas horas frente a pantallas. Esto puede incrementar la fatiga ocular y problemas como el ojo seco, de modo que no olvides descansar la vista cada cierto tiempo. Parpedea conscientemente y mira de vez en cuando a lo lejos para no fijar la mirada todo el rato en distancias cortas. Usar lágrimas artificiales hidratantes también aliviará tus ojos.

Usa luz suficiente

No olvides iluminar bien los espacios en los que vayas a trabajar, leer o hacer cualquier esfuerzo visual. Si la luz es insuficiente, te verás obligado a forzar la vista y esto puede perjudicar a tu bienestar ocular, además de provocar mareos, mayor agotamiento y dificultades de concentración.

Dieta y ejercicio

Por último, llevar una dieta sana y equilibrada te ayudará a mantener sanas las estructuras oculares y gozar de una buena visión, sobre todo, si ingieres alimentos ricos en vitamina A y antioxidantes.

Hacer ejercicio y evitar una vida sedentaria, además de rechazar otros hábitos poco saludables, como fumar, también tiene un impacto positivo a nivel visual. Así pues, muchos de los hábitos que cuidan tu cuerpo, también lo hacen con tus ojos.

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