El Día Internacional de la Mujer que hemos celebrado este 8 de marzo de 2024 me ha traído el recuerdo de la mujer española y la labor desarrollada en Irlanda hace cincuenta años, desde mi llegada en 1968 hasta 1970 y después, desde 1971, como director del Instituto Cultural Español de Dublín, adscrito al Instituto Cervantes en 1991, en defensa de sus derechos sociolaborales, así como para evitar los casos aislados de explotación laboral de quienes trabajaban como «au pairs» en el país.
Cuando fui nombrado director del Instituto Cultural Español, creado por España en 1971, solicité que como parte de mis funciones y obligaciones, fuese nombrado Delegado de Asuntos Sociales de la Embajada de España. para continuar las gestiones que venía desarrollando desde 1969, siendo Lector de Español del departamento de Estudios Hispánicos de la Universidad de Dublín; en defensa de los derechos sociolaborales de las cientos de jóvenes españolas que trabajaban como «au-pair», que eran más del setenta por ciento de los estudiantes matriculados en las academias de inglés como segunda lengua de Dublín.
Nombrado Delegado de Asuntos Sociales por el Instituto Español de Emigración, redacté un informe sobre las condiciones laborales y derechos de la mujer española en Irlanda, que mandé a los sindicatos de Irlanda y fue publicado por medios de comunicación en España e Irlanda.
Resultado del informe fue la concesión del derecho a asistencia médica y farmacéutica gratuitas para las jóvenes españolas que trabajaban como «au pairs» en el país, así como una revisión y mejora de los acuerdos laborales por los agentes que facilitaban ese trabajo tanto desde España como desde Irlanda.
En igual sentido, se solicitó un informe para conocer la situación de la mujeres irlandesas que desarrollaban el mismo trabajo en España.
El Instituto Cultural Español organizó cursos de inglés, sin fines comerciales, para facilitar su estudio a las que carecían de medios para asistir a los cursos de inglés como segunda lengua organizados por las academias de inglés para extranjeros de Irlanda.
Asímismo, se solicitó a las escuelas vocaciones de enseñanzas para adultos de Dublín que incluyesen en sus programas académicos cursos de inglés como segunda lengua.