Sir Paul McCartney volvió a Madrid. Hace doce años que España no vibraba con él pero volvió a hacerlo como antaño. Todas las personas sin dejar una cantaban, lloraban y chapurreaban un inglés que llegó tarde a la España que nacía con Los Beatles. De eso hace ya 50 años. ¡Buenas noches, Madrid! ¡Buenas noches, España! ¿qué pasa, troncos? un humor inglés en castellano hizo que la gente le amara y le devolviera a su lugar mágico y desde luego singular en la historia de la música.
Un Paul de 73 años que era el mismo que bajaba de la escalerilla del avión hace ya tanto. Seis décadas de trayectoria musical, mucho pasado, muchos grupos; Fab Four, The Quarrymen, Wings, y The Beatles y muchas personas; para todas tuvo un gesto de agradecimiento. Un estadio que cantaba con él, coreado por la muchedumbre que bailaba, aplaudía y sobre todo recordaba su propia vida con imágenes de entonces; esas que les hicieron ser lo que hoy son. Un hombre que intentaba hablar castellano y agradecía constantemente como buen inglés las muestras de amor y paz que se respiraban en el Calderón.
¡Cuántos recuerdos que iban y venían salpicados por imágenes de los que ya se fueron! Give peace a Chance, decía Lennon, y seguimos ahí, intentándolo, dándole una oportunidad a la paz. Una fallecida Linda, con Maybe I am Amazed, agradecido por haber recorrido con él otros tiempos lugares, estadios y momentos que le hicieron ser parte de lo que hoy es con su Band On The Run. Y George, ¿quién no se ha preguntado alguna vez algo de lo que dice su canción Something?
Agradeció a su amigo John haberle compuesto a solas la canción Here Today, cuando él le dejó y le arrebataron la vida justo cuando parte del escenario subía hacia el cielo mientras él iniciaba los acordes al piano. Todos los himnos que son ya una leyenda en la historia de cada uno de los asistentes sonaron. No nos dejaron indiferentes porque todos los asistentes traían una historia en su mochila. La vida, la paz, las vivencias, hijos, abuelos, nietos, dolor, amor, sufrimiento, trabajo, enfermedad, todo lo que significa vivir que es tanto, y todo lo volvimos a sentir con Sir Paul. Su gira One to One le llevará a Dusseldorf, Munich, Berlín entre varias ciudades de los Estados Unidos.
Un contraste importante con otros conciertos de antaño era el espectáculo de los asistentes que quizá estaba a medias allí. Unos grababan, otros, hacían fotos y los más sentimentales, no se perdieron ni un acorde. Era mucho o era tanto que no se podía cuantificar. No eran acordes, era la música de muchas vidas; quizá de todas las que cabían en ese lugar en donde solamente no se meten goles, también se llora a la vida, a la esperanza y a la paz. Paul tuvo un espacio para Su Graciosa Majestad y para nuestro país. Salió casi al final con dos enormes banderas que ondeaban en el ya fresco cielo de Madrid. La del Reino Unido y la de España. Dos países unidos por la canción, por la vida, por las vivencias. ¿Qué más se puede pedir?
Love me do, BlackBird, Can´t buy me love, Eleanor Rigby y A Hard Day´s Night, Hey Jude, Maybe I Am Amazed, . ¡Madre mía, cómo saltaba el respetable cuando comenzaron los acordes de Back in the USSR y Obla-Di, Obla-Da, para luego quedarnos quietos antes el mágico sonido de Let it Be!
Cerraba Yesterday. Todo el mundo se la sabía, los que sabían inglés y los que no, porque todos, sin dejar uno, podrán hablar del dos de junio del año 2016. Vibraban, lloraban, cantaban, tarareaban y lo que es mejor de todo, soñaban con aquel tiempo pasado que no fue necesariamente mejor. Han cambiado muchas cosas pero no han cambiado las esenciales; el exbeatle solo nos hablaba de amor, de la belleza de las cosas, de la sabiduría de Mother Mary y eso, así pasen cincuenta años, siguen siendo iguales para nosotros.
¡Dios Salve a Sir Paul! Nunca jamás en la historia de la música un sonido ha unido a tantas familias al mismo compás. Será que todo sigue como era y recogemos lo que hemos sembrado, porque en la vida, la mayor parte de las veces, tenemos que asentir con ella y dejar que nos sorprenda.
Let it be. Déjalo estar y no pensemos en el ayer (Yesterday) o esta vez sí, porque este recuerdo será imborrable. Se lo aseguro.
