Mal genio: desmitificando a Godard

Biopic falso, comedia auténtica, «Le Redoutable » (Mal genio) es un pedazo inevitable de historia de lo más sabroso (RollingStone).

¿Por qué este título? «Mal genio», sustituto del original «Le Redoutable» (el temible), que no se refiere al personaje, sino a una frase de un informativo cinematográfico, especie de Nodo, que Godard repetía con frecuencia en aquellos tiempos [1] y que giraba en torno al bautizo de un submarino que llevaba ese nombre, no me parece nada afortunado: porque no dice nada ni proporciona la menor pista acerca del contenido de la película, y también porque induce a engaño. Godard tenía (¿tiene?) mal carácter, pero ese no es precisamente el rasgo que le ha proporcionado un hueco en la historia francesa del siglo veinte.

le_redoutable Mal genio: desmitificando a GodardDejando aparte el asunto del título, Louis Garrel  (« Inocentes », « Los amores imaginarios », actor y realizador francés que ha despertado amores y odios con esta representación de un “monstruo sagrado” de la cultura francesa) se transforma en el realizador que cambió los códigos del cine en 1960 con “Al final de la escapada “ (A bout de soufle) y casi un centenar de filmes más, en una ficción, una “fantasía tierna”  sobre Godard, dirigida por Michel Hazanavicius  (“The Artist”, “Los infieles”).

París 1967. Jean-Luc Godard, el cineasta más conocido de la generación de la « nouvelle vague », rueda « La Chinoise » (La china) con la mujer que ama, Anne Wiazemsky, estudiante, guapa, encantadora, nieta del escritor “gaullista” François Mauriac, menor  y casi veinte años más joven, a la que ha conocido un año antes en el rodaje de “Au hasard Balthazar”, dirigida por Robert Bresson. La pareja es feliz, seductora, divertida…Se casan.

Pero se estrena la película, aplaudida por la crítica y denostada por los jóvenes militantes maoístas, que la consideran  una provocación –solo la defienden los amigos más files-, Godard se cuestiona su trabajo y entra en una crisis profunda que la llegada de Mayo 68 va a aumentar, llevándole a pasar de ser el realizador estrella de las carteleras francesas al artista maoísta que se sitúa fuera del sistema “y empieza a ser tan incomprendido como incomprensible”. A fuerza de alejarse de sus amigos para comprometerse con movimientos colectivos, a fuerza de ir cambiando palabras y conceptos, el matrimonio acaba fracasando y divorciándose en 1970.

“Mal genio” es la historia de aquel año en que el suizo Jean-Luc Godard dio a su vida un giro de casi 360 grados acompañando el movimiento puesto en marcha por los jóvenes de una generación posterior; un giro que aplaudieron y siguieron muchos chicos y chicas veinteañeros en media Europa, que se había iniciado algunos meses antes en la California estadounidense y cuya representación más banalizada son las luchas del Mayo francés, protagonizadas por obreros y estudiantes, y ahogadas por la fuerza por los carros blindados que sacó a la calle un autoritario De Gaulle, quien consiguió cambiar los imaginativos gritos de libertad que campeaban en las esquinas de las ciudades (los mejores eslóganes políticos inventados hasta la fecha), y proclamaban la “revolución permanente, por unas cuantas dosis de “grandeur” que devolvieron la seguridad a la muy conservadora burguesía francesa. También va sobre el pensamiento maoísta y el impacto de la revolución cultural china (1966) en las élites intelectuales europeas y su visión romántica de la lucha social, su radicalismo y su “paradójica pertenencia a las clases privilegiadas”.

Esta película es también la historia de varios amores: el de una casi adolescente todavía (hoy lo sería de pleno derecho, hace cuarenta años se maduraba antes) por “el gran hombre”, tan comprometido que olvida atender a la mujer que ama. Un relato inspirado en dos libros –“Une année studieuse” (Un año aplicada) y “Une an après” (Un año después)- que la propia Anne Wiazemsky  (Stacy Martin en la pantalla, “Nymphomaniac”) dedicó a su historia con el cineasta “sincero, celoso y masoquista, incapaz de dar un paso al lado para retenerla”. Y una declaración de amor de un hombre de cine a otro, el personal e irreverente homenaje de Michel Hazanavicius a Jean-Luc Godard ahora que ya ha cumplido 86 años.

Y es, además, una película de los acontecimientos de aquel Mayo emblemático, con sus multitudinarias manifestaciones callejeras, sus enfrentamientos entre estudiantes y policías, sus interminables sesiones de debate en las aulas de la Sorbona y Nanterre ,y en las escuelas superiores y las estancias de muchos centros culturales, institutos, casas de la cultura y teatros.

En cuanto a la otra protagonista de esta película, la entonces actriz debutante y posteriormente escritora y realizadora de documentales Anne Wiazemsky, el azar ha querido que falleciera el 5 de octubre de 2017,  apenas unos días después del estreno de “Le redoutable” en Francia.

Cannes 2017: Hazanavicius, lúdica desmitificación de Godard

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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