La parlamentaria marroquí Fatima Tamni, de la opositora Federación de Izquierda Democrática (FDI), pidió en el Parlamento (Cámara de Representantes) de Rabat que se deje de atacar la libertad de opinión y expresión.
En la sesión plenaria celebrada en la Cámara de Representantes el lunes 19 de junio, para discutir el proyecto del Comité Interino para la gestión del Consejo de Prensa, Tamni indicó que muchos periodistas han sido silenciados ya sea por detención o por un desplazamiento forzado.
Tamni pidió la liberación de todos los periodistas presos y explicó que el movimiento democrático del 20 de febrero abrió un arco para la libertad de prensa que pronto se cerró por un camino de represión, subrayando que Marruecos tiene actualmente un panorama sombrío en el campo de la libertad de prensa.
Cabe señalar que la diputada marroquí no completó su discurso, que no pudo superar el minuto, luego de que se le quitara el sonido en el Parlamento.
La Federación Democrática de Izquierda denunció que dar un minuto a una formación que constituye la verdadera oposición dentro de la sede parlamentaria para que exprese su opinión «es inaceptable e indica una falta de respeto a la oposición».
Además destacan que convirtieron «un minuto en apenas unos segundos, especialmente en un tema relacionado con la prensa y la libertad de opinión y expresión, al desactivar el sonido durante la transmisión en la tribuna del parlamento, que está dirigida a los ciudadanos», no pudiendo terminar su intervención Fátima Tamni lo que «es condenable y rechazable».
El FDI solicitó abrir una investigación y tomar las medidas necesarias «para evitar que se repita».
Hay que destacar que tanto la diputada Fátima Al Tamni como la del Partido Socialista Unificado (PSU), Nabila Mounib y el representante del sindicato Confederación Democrática del Trabajo (CDT) Jekihoun Kerch en la Cámara de Consejeros (Senado), fueron los únicos que no criticaron la pasada resolución del Parlamento Europeo que pedía la libertad de los periodistas marroquíes presos.
Mounib, además de pedir la libertad de los presos políticos, pidió debatir una amnistía general y avanzar en una democratización avanzada del país.
Los periodistas presos más conocidos son Omar Radi, Souleiman Raissouni y Taoufik Bouachrine, condenados respectivamente a seis, cinco y quince años de cárcel de quienes el Parlamento Europeo reclamó su liberación.
Recientemente tanto Reporteros sin Fronteras (RSF) como otras ONG internacionales han denunciado el grave estado de la situación de la libertad de expresión en Marruecos y la represión a periodistas incluso dentro del propio centro penitenciario.