Es el día, lo es porque necesitamos ser en esa unidad que nos perfilará. Nos animamos. Podremos con todo. Las consultas son amplias. Andamos con fortuna. Necesitamos tan solo nuestro visto bueno, y lo tenemos. Nos encomendamos a los orígenes, a los dioses, que se alían con los sueños.
Nos inspiramos recurrentemente en la amistad que nos procura una estancia renovada en el corazón de los buenos, que nos ayudan a justificar y explicar mucho. Estamos listos para ser felices.
Nos multiplicamos con la esperanza de ser, de estar, de entender, y pedimos que todo vaya hacia ese cariño que nos congratula y regala ímpetus con formas apasionadas. Nos comprendemos sencillamente.
Nos acercamos a los hechos que son en la memoria de antaño. Nos hemos de involucrar en la búsqueda de la perfección. Todo ha de ser desde la enseñanza que nos admira. Nos acercaremos a lo que puede ser uso y costumbre edificante. Intentaremos positivarnos. Nos admiramos con lealtad y generosidad. Nos hacemos personas en la verdad que calma. Nos intentamos recrear desde la maravilla de existir.
Nos prepararemos más y más. Hemos de adecuarnos. Nos consensuamos con testimonios gratos. Hemos consultado los ideales. Nos hemos contemplado interiormente. Ya percibimos lo que precisamos. Nos dejamos ir. Habrá más encuentros.