Hoy hemos caminado juntos, y nos hemos expresado con la voluntad de estar en mitad de todo lo que tiene sentido, que nos ayuda a fortalecernos. Es mucho lo que hallamos. Nos iremos modelando desde el positivismo. Defendamos esa actitud como premisa cotidiana.
Nos moveremos, por tanto, hacia ese destino que confluye ya con raíces que nos colocan en el punto ideal, que nos adiestra con ilusión. Hemos buscado en ese punto que nos permite saltar hacia la bondad misma, que nos conquista. Es la base, junto con la amistad, que abonamos.
Nos insistimos en la cultura solidaria. Creemos en ti, en nosotros. Sabemos que la perseverancia es una postura con cosechas seguras. Es cuestión de tiempo, en el caso de que los resultados se dilaten. Admitamos que todo es posible.
Hemos de abrigarnos con ese modelo de vida que nos permite brillar con el afán mayor, con recuerdos que nos han de conducir por extremos cercanos, excepcionales, de coraje mayúsculo. Las contradicciones se realizan.
Hemos de torcer para estar en ese trayecto que construye desde la unidad de una acción en la que creemos. Nos brindaremos más oportunidades para navegar en la sensación de lo relevante, que tomaremos para avanzar con calma.
Giremos y gesticulemos con una versión idealizada de lo que nace con seguridades que han de ser relativas. Contemplemos el futuro con entusiasmo. Siempre ha de ser así. Eso nos hace más libres, lo cual es digno de agradecer. Defendamos esa óptica.