La primavera es la estación preferida de mucha gente, porque los días se hacen más largos, el sol empieza a calentar, los árboles se llenan de nuevo de hojas y los campos florecen, pero… ¡atención! Se nos suele olvidar que esta estación está llena de contrastes, las temperaturas oscilan mucho entre el día y la noche y nuestra piel puede sufrir mucho con estos cambios.
El calor, la humedad, los cambios de temperatura, pólenes, insectos… pueden alterar tu piel o incluso irritarla. Por eso hemos preparado para ti una serie de consejos para que esta primavera tu piel luzca bella y sana.
Nuestra misión será, en general, mantener la piel hidratada y protegida de los agentes externos, como el sol y los cambios repentinos de temperatura. Usando algunos productos te resultará más sencillo y si aprovechas el código descuento Druni, tu bolsillo tampoco sufrirá el cambio de estación.
Vístete a capas, en plan cebolla, para que no sufras ni del calor ni del frío. Te recomendamos que lleves un fular contigo, para cubrirte el cuello en caso de aires repentinos (o aires acondicionados accionados quizá antes de tiempo) que pueden enfriarte. Lleva también en tu bolso una crema de protección solar y unas gafas de sol. ¡Y con este equipamiento podrás afrontar la primavera sin problema!
Existen distintos tipos de piel: seca, mixta, grasa, sensible, reactiva. Cada tipo de piel requiere de unos cuidados específicos, pero en general las rutinas de higiene diaria son las mismas.
- Limpia tu piel. ¿Recuerdas ese anuncio de antaño con el eslogan “porque el algodón no engaña”? Haz la prueba, pásate un algodón sobre el cutis y verás la suciedad que llevas en tu piel aunque te parezca que esté limpia. Usa agua micelar o un gel limpiador para limpiarte bien el rostro y asegurarte que está bien limpio antes de proceder a usar otros productos.
- Usa sérum. Después de la limpieza conviene que uses un sérum reparador antes de usar la crema hidratante. Con cuatro gotitas es suficiente para activar la piel.
- Hidrátate. No solo es una cuestión de usar cremas, hidrata tu cuerpo por dentro también. Bebe unos dos litros de agua cada día. Si no lo sabías, somos un 80 por ciento agua, por eso es esencial hidratarse para estar sanos. Para el cuerpo, usa leche corporal y/o aceite. Para el rostro, utiliza crema hidratante dos veces al día, una más ligera para el día y una más densa para la noche, para que tenga un efecto reparador. Tanto para el cuerpo como para la cara utiliza productos que contengan glicerina, urea, lactato sódico, ácido glicólico, ácido hialurónico.
- Exfolia la piel. El exfoliante es un producto esencial. Con él eliminarás las células muertas y dejarás la piel preparada para aplicar el tratamiento específico para tu tipo de piel. Una vez a la semana es suficiente. Una mascarilla semanal viene bien también.
- Usa el protector solar. Aunque no te parezca que el sol esté dando fuerte, las radiaciones solares están incidiendo en tu piel cuando estás al aire libre. Utiliza un protector al menos de 30 FSP. Ya hay bases de maquillaje y cremas que incorporan el protector solar, por si quieres ahorrarte un paso en tus cuidados faciales.
- Presta particular atención al contorno de ojos, el cuello y el escote. Son zonas delicadas, porque la piel es mucho más fina y frágil. Utiliza productos específicos para esta zona del rostro y evitarás el envejecimiento prematuro. Piensa que el escote y el cuello han estado tapados durante todo el invierno. Exponerlos de repente al sol requiere un poco de atención añadida.
- Aliméntate bien. Come frutas y verduras para que tu organismo tenga vitaminas y nutrientes. Recuerda además que el limón es un extraordinario conductor de oxígeno para las células. Cuanto más oxigenadas estén más sano estarás tú y tu piel. Ingiere alimentos que contengan antioxidantes, vitamina E y C, como frutos secos, aguacate, brócoli, espinacas, cereales, huevos, pimientos, kiwis, fresas y tomates; todos estos ricos alimentos te vendrán fenomenal para tener una piel sana.
- Haz deporte. No solo te hará estar más fuerte y ágil y te ayudará a perder peso, sino que además te permitirá eliminar toxinas. Cuando haces ejercicio, todo tu organismo se reactiva y se oxigena y eso es esencial para tu salud. Al sudar, eliminas suciedad a través de los poros, y tu piel estará más sana. Y como consumirás más energía, descansarás mejor, algo que sabemos que es vital para tener una piel bonita.
Como comentábamos antes, dependiendo de cómo sea tu piel necesitarás utilizar productos especialmente indicados para ti:
- Piel seca: utiliza algún producto específico para tu piel, como cremas más densas, que aporten mayor hidratación y sean a la vez nutritivas.
- Piel grasa y mixta: productos con vitamina A y geles líquidos. Mejor el sérum que la crema, para que sea menos oleoso. Utiliza mascarillas que contengan arcilla, que controlarán el exceso de grasa.
- Piel sensible y reactiva: se irrita fácilmente, se enrojece y se inflama. Una buena hidratación para este tipo de piel es primordial. Necesitarás productos específicos, cremas, emulsiones y tónicos calmantes e hipoalergénicos.
Cuidar la piel es una carrera de fondo, puesto que los efectos de nuestros cuidados se notarán a la larga. Sé constante y disciplinado, pero sobre todo, cuídate y siéntete bien.