El pasado10 de junio, en la ciudad de Nueva York, Bernt Aasen, director regional de #enEspañol para América Latina y el Caribe, declaró que el incremento estadístico de niños migrantes hacia Estados Unidos, ha llegado a topes alarmantes y llamó a los gobiernos de distintos países para que se propongan soluciones inmediatas en las comunidades de origen de estos pequeños, ya que es sabido que el fenómeno de migración infantil se inicia en la pobreza y la falta de oportunidades en las familias.
Yolisbeth Ruiz García
“Más de 47.000 niños no acompañados han sido detenidos en la frontera sudoccidental en los últimos ocho meses, casi más del doble del número de niños detenidos entre octubre de 2012 y septiembre de 2013”, según datos emitidos por el Gobierno federal de Estados Unidos.
Unicef ha llamado a los gobiernos de los países de donde huyen estos niños: México, El Salvador, Guatemala y Honduras (todos estos países son signatarios de la Convención sobre los Derechos del Niño) para que hagan todo lo que esté a su alcance para proporcionar seguridad a los niños en sus lugares de origen. Este discurso puso en evidencia la falta de métodos de protección a los derechos de los menores, pero también un escaso control dentro de las fronteras de los países expulsores.
En los últimos días, los refugios para niños migrantes que se encuentran en el sureste de Estados Unidos (EEUU) y en el noreste mexicano, han sido sobrepasados y se ha tenido que solicitar a la población civil que proporcione hogares temporales. Todo lo hecho ha sido insuficiente, pues ya EEUU ha emitido una alerta sanitaria.
Señala Unicef que el problema es más grave aún, ya que según estudios de la asociación Children of the Run (Niños que huyen) ha detectado nuevos problemas que invitan a la población infantil a la expulsión de sus comunidades.
En México, esta problemática ya se ha puesto en conocimiento de las dependencias gubernamentales pertinentes desde el 2006. La Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) informó a SEDESOL (Secretaría de Desarrollo Social) y a DIF (Sistema Nacional para el Desarrollo Integral de la Familia) que existía un incremento alarmante en la migración infantil y lo sostuvo con una investigación titulada “Migración no acompañada de niños, niñas y adolescentes. Recuento de una experiencia en México”.
A lo largo del recorrido que hacen los niños centroamericanos, hasta llegar a la frontera con Estados Unidos, existen múltiples asociaciones no gubernamentales que ofrecen asilo temporal y hacen labor humanitaria en las comunidades de partida, pero ha sido insuficiente.
Caritas ha señalado que, a pesar de labores con instituciones que se dedican a la defensa de los derechos infantiles, la población de niños migrantes ha ido en aumento, con las agravantes de que hay niños que nunca alcanzarán su objetivo, pues con el tiempo, forman pandillas de delincuentes. Esto supone un peligro para ellos, para sus familias de origen y para las comunidades que los adoptan.
Los gobiernos de los países con mayor tasa de niños migrantes han hecho caso omiso a las recomendaciones de distintas instituciones. En Honduras se piensa que la mayor razón de expulsión de niños migrantes “es por causa de la guerra contra el narcotráfico”. Así lo declaró el embajador de Honduras en México, José Mariano Castillo Mercado.
En El Salvador, según un informe de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) y otras investigaciones, «se constata que muchos de estos niños, niñas y adolescentes que emigran y están en movilidad, escapan de la persecución y reclutamiento de pandillas y otros grupos delictivos, de la violencia en sus comunidades y hogares, y de la pobreza y desigualdad».
Obama destinará 2000 millones de dólares para «frenar» flujo de niños migrantes
El presidente de Estados Unidos (EE.UU.), Barack Obama, prevé pedir al Congreso de su país nuevos fondos por valor de 2000 millones de dólares para «hacer frente» al flujo de niños centroamericanos que llegan solos a la frontera, al tiempo que busca dar más autoridad a su Administración para acelerar la deportación de los menores, informa Andes.
Un funcionario de la Casa Blanca dijo – citado por la agencia EFE – que el mandatario enviará este lunes una carta informando al Congreso de su decisión de pedir «nuevos recursos y más flexibilidad» para lidiar con la llegada de los niños inmigrantes, y se espera que solicite formalmente los fondos a partir del 7 de julio.
Además de la solicitud de esos fondos, dirigida a los esfuerzos humanitarios y de seguridad derivados de la llegada masiva de niños, Obama pedirá al Congreso que revise las normas actuales para dar «más autoridad» al secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, con el fin de acelerar la deportación de los niños centroamericanos.
El Gobierno de EEUU busca invertir nueve veces más en atender la situación generada por la oleada de niños migrantes que en el desarrollo de los países de Centroamérica.
La Administración Obama solicitara al Congreso de Estados Unidos la aprobación de 1412 millones de dólares adicionales para el Departamento de Salud y Servicios Humanos, instancia que para este 2014 ya tenía presupuestado 868 millones de dólares, y que es la encargada de gestionar los albergues y centros de detención en los que miles de menores esperan hacinados en celdas de concreto para ser deportados.
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