Salimos en paz con una voluntad que nos salva. Nos hemos comprendido con numerosas querencias que nos proponen decisiones oportunas. Nos probamos y unimos.
Nos anticipamos con resortes que nos componen con una señal que nos aligera. Nos hemos de transformar en positivo. Es un deber y una conveniencia a la vez.
Consolidamos un convite en el que nos aplaudimos. Nos atendemos con reflejos que superan lo subjetivo. Nos prepararemos para ser felices. No demoremos las resoluciones.
Inspiramos el conjunto, lo cual nos hace más fuertes. No lo olvidemos. Contamos con recuerdos que vienen del aprendizaje y de la experiencia.
Los buenos hábitos nos implican en lo real, desde la naturalidad, sin dramas. Nos cobijamos en los más óptimos puntos. Expresemos, siempre que podamos, ilusión.
Nos relatamos lo ideal. Nos gustamos. Salimos para dar con encuentros que andan esperando. Lo llevamos bien. No estamos solos. Seguramente es por ello.