Combatir las noticias falsas (fake news) mediante una alianza de los medios tradicionales y la mayor red planetaria (Facebook), es la idea subyacente en el acuerdo firmado por ocho medios de comunicación franceses y la empresa de Mark Zuckerberg. Habrá que ver cómo funciona, pero se trata de una noticia mayor.
Entre los firmantes de ese acuerdo, que incluye a medios públicos y privados, vemos que hay una televisión dedicada a la información continua (BFMTV) , una radio pública (France Info), la Agencia France-Presse, tres diarios (Libération, Le Monde y 20 Minutes). Entre todos, harán un primer balance del experimento anti-falsedades dentro de dos meses. Francia estará entonces en plena campaña previa a las inminentes elecciones presidenciales.
Para los medios comprometidos, se trata de evitar la influencia claramente perniciosa que tuvieron las intoxicaciones y mentiras vehiculadas en Estados Unidos durante el proceso electoral que condujo a la victoria de Donald Trump. Parece claro que influyeron –más o menos decisivamente- en los resultados favorables a Trump; aunque no habría que dejar tampoco de lado y en el olvido la evolución social propia de un país muy complejo y un sistema electoral destartalado y heredado de un pasado con otros perfiles.
En todo caso, los medios franceses quieren curarse en salud ante una candidata, Marine Le Pen, dispuesta a repetir el mismo discurso (y las mismas trampas) que su admirado Trump.
El dispositivo consistirá en un sistema que –en principio- permitirá a los usuarios de Facebook buscar el hilo remoto de informaciones que consideren sospechosas de falsedad. Un portal de internet permitirá, si llegara a funcionar según lo previsto, constatar la autenticidad (o no) de las noticias puestas en duda por esos mismos usuarios. Se trata de un sistema similar al que han puesto en marcha varios grupos mediáticos de Estados Unidos, tras las últimas elecciones presidenciales.
Cuando dos medios consideren que un contenido determinado es falso, propondrán un enlace hacia un artículo que confirme su falsedad o su carácter erróneo. Los lectores o usuarios verán aparecer una especie de banderita que indicará que –al menos- dos medios serios dudan de la veracidad de ese contenido.
En el diario Le Monde no esconden el escepticismo con el que ese acuerdo ha sido recibido en su propia redacción: “Ha suscitado algunos interrogantes editoriales”, dicen. No son los únicos en enarbolar su desconfianza, pero “el pragmatismo predominó” en este asunto, aseguran en el diario parisino.
También muestra su escepticismo Evgueny Morozov, pensador y experto de las tecnologías, internet y las redes sociales, quien ha dicho vía Twitter lo siguiente: «¿Así que Facebook y los medios franceses han unido fuerzas para luchar contra las noticias falsas? Es como si los traficantes y los adictos se juntaran para combatir los sucedáneos y las falsas drogas».
Recordemos que será en abril cuando los franceses elijan a un nuevo presidente de la República. Así que atentos a las intoxicaciones de los medios tradicionales y (en mayor medida) de las redes sociales.