La Fundación ONCE del Perro Guía busca familias de la Comunidad de Madrid para adoptar y educar un cachorro de futuro perro guía, y así aportar un granito de arena en la mejora de la autonomía de las personas ciegas. Socializar al perro, educarle en el entorno familiar y hacerle partícipe de la vida cotidiana serán las tareas que se le encomendarán a las familias.
Los solicitantes deben tener disponibilidad para desplazarse a la sede de la Fundación, ubicada en Boadilla del Monte (Madrid), para los controles y vacunaciones; y comprometerse a que el perro no esté solo más de dos horas diarias.
La Fundación entregará un perro de unos dos meses de edad para que sea cuidado, le enseñen pautas de obediencia básica y, sobre todo, lo puedan llevar a todas partes, para que se socialice en entornos cotidianos, en centros comerciales, en la calle, en un parque, etc, de forma que aprenda a estar tranquilo y a portarse bien en todo tipo de espacios públicos.
Las familias nunca estarán solas y tendrán el apoyo y asesoramiento de un supervisor cuando sea necesario. Únicamente tienen que poner su tiempo y cariño y la Fundación facilita todo lo demás.
Para vivir esta experiencia se debe acceder a https://perrosguia.once.es/es/colabora/colabora-1/educa-un-cachorro y deben rellenar el formulario.
En sus 30 años de historia la Fundación ONCE del Perro Guía ha facilitado más de 3.000 perros a las personas ciegas o con discapacidad visual para mejorar su autonomía, desplazamientos y seguridad, convirtiendo a estos animales en un vecino más al lado de los ciudadanos.
El servicio de perro guía es uno de los servicios sociales que la ONCE presta a las personas con discapacidad visual afiliadas a la misma. Se trata de un servicio de autonomía personal que facilita a sus beneficiarios, de forma completamente gratuita, un perro guía adiestrado para mejorar su movilidad, salvando los obstáculos que se encuentran en sus desplazamientos e incrementando así la rapidez y la seguridad de estos. La diferencia de pasar de moverse con bastón a moverse con un perro guía supone para una persona ciega o con una deficiencia visual grave un salto cualitativo en su movilidad y una sustancial mejora de su autonomía.
Para que una persona ciega pueda acceder a este servicio y disfrutar de un perro guía como auxiliar de movilidad no basta con ser afiliado a la ONCE. Es necesario, además, que se den ciertos requisitos que garanticen que esa persona va a utilizar adecuadamente el perro guía para la finalidad que éste debe cumplir. Y esto supone, esencialmente, verificar que esa persona necesita efectivamente el perro guía como medio de movilidad (y no como un animal de compañía o de terapia), que sepa desplazarse de forma autónoma con bastón y que cuente con los medios económicos y la aptitud necesaria para asumir el cuidado y la atención del perro. Estas condiciones se evalúan para cada afiliado a la ONCE que solicita el servicio de perro guía mediante los informes de los profesionales que lo reconocen en ese proceso.
El requisito de la movilidad autónoma es especialmente importante, ya que el perro guía evita obstáculos y peligros, pero no elige ni decide la ruta a seguir: es la persona ciega la que debe conocerla y marcar el camino. Y para ello es imprescindible que sepa moverse y orientarse por sí mismo en ese recorrido. Una persona que se mueva siempre guiada por otra o que no realice apenas desplazamientos por sí sola no necesita un perro guía.
Si eres una persona afiliada a la ONCE y estás pensando en solicitar un perro guía, te recomendamos que leas este folleto para informarte.El servicio de perro guía no se limita a la entrega de un perro guía adiestrado, sino que incluye unas cuantas cosas más. Comienza con el curso de usuario de perro guía, en el que un Instructor imparte la formación teórica y práctica necesaria para aprender a utilizar el perro y consigue que perro y usuario se vinculen para formar un equipo de trabajo que funcione, lo que llamamos unidad. Además, se entrega al usuario el material de manejo adecuado para su perro (asa, arnés, collar, correa, silbato, etc.) y se le garantiza su reposición. También se proporciona al usuario el apoyo y asesoramiento necesario en aspectos técnicos, veterinarios y legales (trámites y registros, defensa de su derecho de acceso al entorno, etc.). Por último, el servicio se completa con la supervisión y control del funcionamiento de la unidad durante su vida útil, asegurando que el perro guía trabaja correctamente y que su usuario lo cuida y utiliza bien.
La FOPG es la entidad especializada que asume, dentro de la ONCE y su Fundación, la cría, adiestramiento y entrega de los perros guía a aquellos afiliados que lo han solicitado y han sido considerados aptos para recibir este servicio. Se encarga de todo el proceso necesario para conseguir un perro guía perfectamente adiestrado, selecciona al solicitante más adecuado para ser emparejado con él, le imparte el curso de usuario y, si lo supera satisfactoriamente, le cede el uso del perro guía, dándole soporte tras la graduación.
En el caso de los perros guía que se entregan a través de la colaboración de la FOPG con otras escuelas, la Fundación realiza todas las gestiones necesarias para el desplazamiento del grupo de solicitantes, junto con un intérprete, a la escuela concertada, cubre el coste del perro guía y los gastos derivados del curso.
Además, la FOPG juega un importante papel como asesora e interlocutora de los poderes públicos en la regulación del derecho de acceso con perro guía o perro de asistencia, velando por los intereses del colectivo de usuarios y buscando la máxima garantía y efectividad de ese derecho.