Incredulidad tanto en el ciberespacio, como en el espacio físico.
Encaminarse hacia una red más segura es concienciarse de que la desconfianza es el mejor antivirus. Este fue el “mantra” que se vino repitiendo a lo largo de las jornadas “X1REDMASSEGURA” celebradas los días 17 y 18 de mayo con motivo del Día Internacional de Internet.
La verdad, es que a mí me atrajo la Psicología porque me gustaba el trato con las personas en el espacio físico, que era en el que me había movido hasta entonces cuando elegí formarme en la ciencia del comportamiento.
En el espacio físico tenemos presentes todos los sentidos (vista, oído, tacto, gusto y olfato) además del movimiento, la entonación de la voz, la postura, la mirada, los gestos…, lo que se llama comunicación no verbal: lenguaje corporal, expresión facial, contacto visual… Son aspectos esenciales indicativos de la emocionalidad en el trato, y si las personas queremos prevenirnos ante el engaño todos los indicativos serán pocos, en una sociedad como la nuestra en la que priman las apariencias frente a la autenticidad.
No tenemos más que encender el televisor y escuchar a la clase política, a los banqueros y a la publicidad repetir su mantra “confíen”…
Si recordamos la frase de Aznar “España va bien” confíen… y ya hemos visto lo que vino pasando con la burbuja inmobiliaria; hoy el poder político repite que “la situación mejorará en 2014” confíen. Y qué decir de los banqueros y las preferentes basadas totalmente en la confianza…, así es que podríamos sostener que se apela a la confianza cuando hay disposición a la manipulación.
Por tanto la manipulación es un problema, y tiende a manipular quien quiere ejercer un “control” sobre las personas manejando su voluntad, no importándole perjudicarlas o no, para obtener un beneficio propio.
¿En qué quedamos entonces, en confiar o en desconfiar?
Desde este punto de vista de la utilización de la gente apropiándose de su voluntad, la persona ha de convertirse en una hija de la grandísima desconfianza, aún estando informada y formada sobre las materias que nos conciernen, pero si no se está muchísimo más.
Así, las jornadas por una red más segura me han conducido a reflexionar y extenderlo a “por una vida más segura” porque tras la mentira está gran parte de la delincuencia, se aparenta lo que no se es, y encima en el ciberespacio ni si quiera se puede observar realmente quien está detrás de esa pantalla, pues no deja de ser una pantalla, dando lugar a la ciberdelincuencia.
En las jornadas se presentó un libro “X1RED+SEGURA” Informando y educando v1.0 de Ángel Pablo Avilés “Angelucho” “… está especialmente dirigido al lector sin ningún tipo de formación técnica” dice el autor en el prólogo, y la verdad es que es así.
El libro es de una lectura tan amena que te invita a seguir leyendo, porque vas aprendiendo de manera natural y sencilla conceptos básicos de internet y a prevenirte frente a las amenazas del cibermundo.
Desde aquí mi agradecimiento a “Angelucho” y a todas las personas que hicieron posible estas jornadas, con profesionalidad, sin afectaciones y sí con naturalidad, sencillez y sentido del humor, -ingredientes preciados para el aprendizaje-, pues despertaron mi interés por el ciberespacio y los comportamientos que conlleva.
Para finalizar y a modo de reflexión también, me atrevo a afirmar que como somos la única persona que siempre está con nosotr@s mism@s, no nos queda más remedio que querernos, una forma de hacerlo es prevenirnos, autoafirmándonos en nuestra seguridad.
“Aforismo 99. Realidad y apariencia. Las cosas no pasan por lo que son, sino por lo que parecen. Son raros los que miran por dentro, y muchos los que se pagan de lo aparente. No basta tener razón con cara de malicia”. Baltasar Gracián “Oráculo manual y el arte de la prudencia” Del siglo XVII
Veo, siento, percibo, etc. que en las redes de Internet como un efecto amplifican la desconfianza por hechos e intenciones. Si en España la desconfianza es «a la orden del día», en Chile también en buena medida.Casi no se salva nadie.
Hace algunos años escuché a un líder que tenía imagen de «creíble» y una oratoria «encantadora de serpientes», lamentarse de que los chilenos estaban entre las personas más desconfiadas del orbe. Pero él mismo, en realidad, según mis antecedentes duros o de fondo, era para no tenerle confianza alguna.
Interesante poner atención a la comunicación corporal, dice más que la oral y la «gutemberiana». Me entretengo en ver en TV a representantes políticos, religiosos, otros. Con la boca están diciendo A, pero en sus rictus, caras, movimiento de brazos, inclinaciones corporales, están comunicando todo lo contrario. Este segundo mensaje, el corporal, es el que más me importa, porque es menos manipulable por su autor. Así también, de pronto descubro que un homicida que declara arrepentimiento, resulta que lo que está expresando por la boca, parece verdadero, pues su comunicación corporal es congruente.
En otros individuos es como una música desafinada. Un mensaje dice una cosa y el otro lo desmiente.