El Tribunal Superior Regional de Frankfurt, en Alemania, declaró hace unos días a Taha Al Jumailly culpable de genocidio y de crímenes de lesa humanidad, en el primer juicio penal del mundo sobre genocidio cometido contra la comunidad yazidí.
Esta es la primera vez que un ex miembro del grupo armado autodenominado Dáesh (ISIS, siglas en inglés) es declarado culpable de genocidio.
El encausado Taha Al Jumailly fue declarado culpable de genocidio por comprar una mujer yazidí y su hija de cinco años como esclavas en Sinjar, Irak, en 2015. El Tribunal sostuvo que, con la compra de las dos mujeres yazidíes y su esclavización, tenía la intención de eliminar a esta minoría religiosa.
El encausado castigó a la niña yazidí esposándola a una ventana en medio de un calor asfixiante y sin protección del sol, dejándola morir delante de su madre.
Al Jumailly fue declarado por estos hechos culpable de genocidio, crímenes de lesa humanidad y crímenes de guerra.
El juicio que comenzó en abril de 2020, fue destacable en varios aspectos. También es el primer juicio que se basa en el principio de jurisdicción universal que juzga crímenes de derecho internacional cometidos en otro país por un perpetrador que no es ciudadano alemán y que sólo fue extraditado a Alemania en virtud de una orden de detención internacional.
En un juicio separado en Munich la exesposa de Al Jumailly, Jennifer Wenisch, fue sentenciada a diez años de cárcel por crímenes de lesa humanidad y su papel en la muerte del niño.
La Premio Nobel de la Paz 2018, Nadia Murad, víctima también del genocidio yazidí, ha instado a los países de todo el mundo a copiar el histórico juicio de Alemania para enjuiciar a los miembros del ISIS por genocidio.
En el territorio de Irak que controlaba el grupo terrorista ISIS desde 2014 fueron asesinados más de cinco mil yazidíes y más de diez mil fueron capturados; de ellos, se calcula que más de cuatro mil jóvenes fueron hechas esclavas sexuales y a día de hoy, más de 2800 mujeres, niños y niñas yazidíes siguen cautivos de Estado Islámico o continúan en paradero desconocido. La irrupción del Dáesh provocó que más de cuatrocientas mil se convirtieran en refugiados.
Un equipo de investigación de Naciones Unidas para promover la rendición de cuentas por los crímenes cometidos por ISIS está trabajando para exhumar las fosas comunes de víctimas del genocidio. Hay más de doscientas que contienen hasta doce mil cuerpos en Irak, que se atribuyen a ISIS. En 2017 ya se localizaron dos fosas.
El genocidio yazidí ha sido reconocido por varias instituciones como el Parlamento Europeo y los parlamentos del Kurdistán y Escocia, además de diferentes países, entre ellos, el último el pasado julio, Países Bajos, además de Bélgica, Australia, Estados Unidos, Reino Unido, Canadá, Francia, Armenia e Irak.