Nos hemos de pasear por lugares cercanos que nos regalen los deseos más hermosos. Nos agarraremos a la pasión.
Nos debemos enfrentar a los obstáculos más hermosos. Nos enseñaremos con recuerdos valiosos, los que nos aportan sensaciones nuevas, flamantes, grandiosas. Nos hemos de alegrar.
Nos sentiremos plenos con lo mejor y lo peor. No debemos quedarnos atrás. Nos hemos de dar las buenas noches para saborear la llegada de ricos días.
Nos acompañaremos con fines loables que nos inviten a estar donde el recorrido es mayúsculo. No apaguemos la luz.
Potenciemos las sonrisas que nos permiten comprender el auténtico sentido de los ciclos. Pongamos nuevas páginas que rejuvenezcan los sentimientos más positivos.
Exploremos en las opciones, que han de ser muchas por la gracia de una divinidad que ha de comenzar por nuestros propios corazones. Hagamos que lo supremo sea posible. Ésa ha de ser la faena.