De impactante puede considerarse la exposición de Ree Morton Sé un lugar, sitúa una imagen, imagina un poema, inaugurada el 20 de mayo de 2015 en el Reina Sofía.
La artista norteamericana Ree Morton nació en el estado de Nueva York en 1936 y falleció prematuramente en un accidente de tráfico en Chicago en 1977, tras solo nueve años de vida artística, una vida corta y en lo que respecta al arte, fascinante.
En su juventud había iniciado estudios de enfermería, que abandonó al casarse con un oficial de marina, Ted Morton. Vivieron cuatro años en Europa, crearon una familia, y al regreso a Estados Unidos en 1960, Ree empezó a tomar clases de pintura y dibujo, un poco como entretenimiento, hasta darse cuenta de que la creación artística le interesaba. El siguiente paso fue matricularse en arte en la universidad de Rhode Island, donde estuvo entre 1965 y 1968. Terminado este periodo universitario se dedica a dar clases en la Facultad de Arte de Filadelfia y a comenzar su creación artística, que sabe promocionar muy activamente, entablando amistad con artistas de renombre y entrando a formar parte del grupo Anarchitecture en 1973.
Su producción, en solo nueve años, es considerable y de una versatilidad de temas y empleo de materiales notoria. Tras su muerte, es olvidada, su obra dispersada o perdida, lo que no constituye un caso único en la historia del arte.
Las comisarias de la exposición, Ilse Lafer y Sabine Folie, que no cesan de expresar su agradecimiento al Reina Sofía por esta exposición que prácticamente abarca toda la carrera de la artista, hablan de su enorme trabajo de investigación y búsqueda de la obra de Ree Morton desde la Generali Foundation de Viena, institución que organizó la segunda gran retrospectiva en 2008. Desde entonces se ha recuperado una parte considerable del trabajo disperso de la norteamericana, pero –dicen- aún queda mucho por hacer. Una primera retrospectiva tuvo lugar en el New Museum de Nueva York en 1980. El Reina Sofía se ha propuesto marcar un hito en el estudio de su obra y consolidar las investigaciones realizadas hasta ahora. Es más, a Manuel Borja-Villel, director del museo, le gustaría adquirir obra de Ree Morton.
En el transcurso de la visita a las más de cien obras en exhibición, puede constatarse que a pesar de lo anteriormente expuesto, una parte relevante de obra de Morton, prácticamente todos sus cuadernos de apuntes se encuentran en el Museum of Modern Art (MoMA) de Nueva York, así como tres dibujos de la serie Terranova, uno más titulado Trumpet Weed, los cuatro de Weeds of the Northeast, así como uno de los dibujos de su último trabajo, Manipulation of the Organic, realizado poco antes de morir en accidente en 1977. Si bien la mayor parte de la muestra expuesta en Madrid, forma parte de su Legado, sito en Nueva York, en especial su serie Untitled, dibujos, cuadros e instalaciones, que abarca los casi nueve años de su creación artística.
Y dentro de esta serie, sus líneas Drawing, Game-Map Drawing I a VI, la instalación To Each Concrete Man, Bake Sale (parts), dos instalaciones y un dibujo de la serie Devil Chaser, Something in the Wind, seis esmaltes sobre celastic de la serie Beaux y tres más de la colección de sus hijos, Linda, Sally y Scott y así hasta veinte obras más pertenecientes al Legado. Del Museo Solomon Guggenheim de Nueva York proceden otras catorce obras de acrílico sobre lienzo, Manipulations of the Organic, su último trabajo, encuadrado en su línea de abstracción excéntrica, muy visualmente unidas en la exposición, en una decoración de pared. Los trece dibujos de la serie La mentira de Sor Perpetua, de la colección de la Generali Foundation de Viena, prestados permanentemente al Museo de Arte Moderno de Salzburgo.
El resto de obras que pueden verse en Madrid, proceden de colecciones privadas, sobre todo norteamericanas, algunas cedidas a museos, de la colección Walker Art Center de Minneapolis, de la Fundación de Mujeres Artistas de Amberes, Souvenir Piece de la colección de la Fundación Serralves – Museo de Arte Contemporáneo de Oporto (Portugal), etc.
Es decir, que Ree Morton no está mal representada en Estados Unidos. En Europa, según admiten las comisarias Folie y Lafer, investigadoras, recuperadoras y divulgadoras de la obra de Morton desde la Fundación Generali de Viena, se la conoce poco, o casi nada. Por eso, la importancia de esta exposición del Reina Sofía de cuatro meses de duración, hasta el 28 de septiembre es enorme, para divulgar el conocimiento de esta artista en el contexto europeo.
Ree Morton es la creadora de una de las revoluciones más importantes del siglo XX, la reacción contra el expresionismo abstracto de postguerra, reflejado por una parte en el minimalismo y por otra en los movimientos conceptual y pop. No sé si exagera Sabine Folie cuando dice que ella ama lo histórico y exótico y detesta el siglo XX.
Como bien la define Manuel Borja-Villel, prescinde del sujeto en beneficio del lugar, cambia totalmente de significado. Es un trabajo de hibridación, en el que la obra no es el objeto. Se relaciona con otras facetas artísticas, por ejemplo con la literatura de Miguel de Unamuno y de Raymond Russell. Su pintura es mapa, espacio, juego, decoración, kitsch. El espacio de Morton no es físico sino mental, comienza en el minimalismo. Su marco de actuación limita con los opuestos. No hay objetividad en el espacio ya que éste interactúa con el espectador. Añade que Ree Morton está por valorar, por redescubrir y este es el trabajo de las dos comisarias.
Otros han definido su trabajo como abstracción excéntrica y arte procesual, por el uso de materiales cotidianos en sus instalaciones. Lo cierto es que ella trabajó con todos los materiales posibles y creó uno nuevo: el celastic, un material plástico muy moldeable que la abrió a un nuevo universo artístico por la reinterpretación y manipulación de las formas. De hecho, la parte más visual y teatral de su trabajo es la de su última época, en la que predomina este material, con el que roza la performance. Realmente, no sé donde clasificar a Ree Morton, en cierto modo me recuerda a Miró, que también es uno o varios estilos en sí mismo.
El recorrido de la exposición Sé un lugar, sitúa una imagen, imagina un poema, comienza con la serie Untitled, que incluye series de líneas diversas ya comentadas anteriormente. Siguen las trece piezas de Sister Perpetua’s Lie, en las que Morton alude de manera explícita a la novela Impresiones de África de Raymond Russell, en la que convierte el lenguaje en material de trabajo, más allá del significado; y construye historias que nada tienen que ver con la narración al uso. En la instalación de Morton, hay nexos que conectan las diversas partes de la pieza y al tiempo dan forma a ciertos elementos.
Quizá la parte más impactante de la muestra sea la de los tres últimos años de su vida, 1974/77, la asociada al celastic. A destacar algunas performances: Bozeman Montana, La planta que cura puede también envenenar, Terminal Clusters, Devil Chaser, Signs of Love, For Kate. Y algunas preciosas pinturas, como las de la serie Plantas del Nordeste (Weeds of the Northeast), las series Beaux, Something in the Wind y sobre todo la decoración Manipulations of the Organic. Un deleite para la vista.
Realmente, esta es una exposición para ver, para interpretar cada uno subjetivamente, más que para explicar. En esto si que coincide con todo el arte del siglo XX, con su subjetividad, con su capacidad de sugerir, de hacer sentir, de identificación con la obra o determinados elementos de la misma. Y Ree Morton encaja de lleno en todos estos conceptos, especialmente sus instalaciones. Es muy visual, atrae, induce a la reflexión, según la personalidad subjetiva de cada espectador. Por eso interactua con el espectador.
Puede gustar más o menos, como cualquier manifestación artística. Al final nos damos cuenta de que todo depende de la percepción de cada individuo.
En todo caso, hay que verla. Es diferente.
Ficha de la exposición:
- Título: “Sé un lugar, sitúa una imagen, imagina un poema”.
- Sede: Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía. Edificio Sabatini, planta 3ª.
- Organiza: M.N.C.A.R.S.
- Fechas: 20 de mayo a 28 de septiembre 2015.
- Comisarias: Sabine Folie e Ilse Lafer.
- Catálogo.
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