El agua es el elemento más abundante en nuestro organismo si bien supone hasta el 60 % de nuestro peso corporal. Esta se encuentra repartida en los diferentes compartimentos del cuerpo. Por un lado, el líquido intracelular que se encuentra en el interior de las células y por otro, el extracelular, que está formado por el líquido intersicial que baña las células y el plasma que es el que forma parte de la sangre.
El edema, conocido popularmente como retención de líquidos se debe a una acumulación excesiva de líquidos en los tejidos si bien además produce problemas circulatorios, insuficiencia cardíaca congestiva, enfermedades renales o hepáticas. En el caso de padecer edema cíclico idiopático debe averiguar la causa y acudir a un especialista en cualquier caso.
No debe automedicarse ni autodiagnosticarse dado que las causas pueden ser poco importantes como son las producidas por el calor o los cambios hormonales o pueden ser severas si padece deshidratación u otras enfermedades crónicas.
El cuerpo cuenta con varios sistemas que regulan y mantienen los niveles adecuados tanto de agua como de solutos. Si este equilibrio se pierde por alguna razón se habla de retención de líquidos y como consecuencia de un aumento del volumen de líquido intersicial. Este hecho que debuta más en mujeres que en hombres suele coincidir con la menstruación, en la época estival o por causas diversas en la mayor parte de las personas, incluidos los varones.
Los tobillos y los párpados así como el edema local en alguna extremidad se podrá comprobar si se presiona ligeramente con un dedo y se deja una huella que va desapareciendo poco a poco. Las causas principales que padece una persona que retiene líquidos suele coincidir con pasar muchas horas sentada, seguir un estilo de vida sedentario, alimentarse mal y comer mucha sal, hidratarse incorrectamente o bien por cambios hormonales típicos del embarazo.
Para solucionar este tema, debes potenciar el consumo de alimentos ricos en potasio ya que este mineral regula los niveles de agua en el organismo. Calabacín, patatas, plátano, piña, albaricoque, champiñones, entre otros alimentos, mantendrán el equilibrio hídrico de la persona afectada. Por otro lado, debes evitar patatas fritas y otros alimentos con sal añadida como aceiturnas, quesos, embutidos, etc. En el caso de padecer obesidad moderada o sobrepeso, debes acudir a un dietista o nutricionista para que considere cuál es tu dieta ideal y evite que tengas estos cuadros molestos de retención de agua.
Las personas que suelen tener retención de líquidos no suelen beber lo suficiente y es importante eliminar las toxinas y restablecer el equilibrio hídrico mediante infusiones, cola de caballo, té verde, saúco, zumo de arándanos, diente de león o abedul. Es interesante tomar un caldo compuesto por cebolla, apio o perejil y tomarlo entre horas para mantener la hidratación y el equilibrio hídrico citado anteriormente.
Si además de ello, si practicas un ejercicio moderado tal y como bailar, nadar, patinar, o caminas unos 30 minutos al día, se puede aliviar la sensación de hinchazón y piernas pesadas que se suele padecer en verano dado que la sangre fluirá mejor y notarás un buen retorno venoso. Existen además en el mercado, pomadas de textura agradable que son frías precisamente para el retorno venoso y te ayudarán en el caso de notar la incómoda presión que ejerce la retención de agua sobre todo en las piernas.
Si el trabajo que realizas te obliga a permanecer de pie, es conveniente que utilices medias de compresión para que te ayude a mejorar de igual forma el retorno venoso. En cualquier caso, hay que consultar con un especialista para descartar alguna enfermedad crónica o compleja ya que la retención de líquidos puede ser un síntoma de otras enfermedades que estén debutando y lo desconozcas. Aunque no parece un problema importante a simple vista siempre hay que ir a un médico para que determine la causa.
