ReyElvisReyPresley: Are you lonesome tonight?

Elvis, “el primer ser humano moderno”, como escribiera Bruce Springsteen:

«Un precursor de un vasto cambio cultural, una nueva clase de hombre, un ser humano moderno, que difuminaba las barreras raciales, los géneros sexuales y… ¡SE DIVERTÍA!… ¡SE DIVERTÍA!… de verdad. La dicha de una existencia más libre y liberadora, que abría mentes, transformaba corazones, derruía muros y bendecía la vida, La DIVERSIÓN os espera, Señor y Señora Americanos Corrientes, ¿y sabéis qué? ¡Es vuestro DERECHO DE NACIMIENTO!»

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¿Cuántas fotos le hicimos a Elvis Presley?
Hubo aquí un caudillo invicto
muerto de su propia vida de imágenes licuadas,
un general ignorante y sin Elvis,
dueño de los telediarios y los nodos,
más real que el Elvis de las rodillas para la gloria.

Lo hubo mientras a Elvis le rezaban los sarmientos,
lo hubo mientras Elvis se reía de Bach,
mientras sin Elvis no se podía mascar el futuro.

Un quimérico aprendiz de rey reinero y reinante,
un padre de familia que aportó cunetas
a la Historia de España,
esa escritura del pasado sin Elvis,
un militar para lo africano
que sabía de la poesía por las balas de Pemán.

Ahora sé por qué Elvis no regresó nunca a Europa:

para no salir en las mismas fotos que aquel rey medieval
de la época del gasógeno y los planes de desarrollo,
para no coincidir en una película
con su majestad Franco I el Amargo.

El rapto de España, una canción para Elvis Presley.

¿Cuántas fotos le hizo España a Francisco Franco?

Sale Elvis en mi cuento ‘Que ha dicho que sí’. Puedes leer un poquito de él aquí:

Elvis aparece en la pantalla del televisor nuevo, a color. A color. He posado el libro en la mesita del salón. Miro la tele. Escucho a Elvis. Y mi hermano, sin llegar.

Rómulo, mira que está gordo Elvis Presley. Y Rómulo asiente. Asiente y se sienta. Junto a mi madre, que se llama como yo, Leonor, pero a ella todo el mundo la llama Leo. Mientras que a mí me dicen Margarita. Sic. Y resic. Pero eso lo contaré más tarde. Si eso.

Píter entra en el portal, ajeno a la realidad de su casa, ajeno a las expectativas que ha concitado. Al menos en su madre, que mira a Elvis y dice algo así como que yanoexistenhombresasí. O eso me parece haberla escuchado. ¿Haberla o haberle?

Píter, a quien imagino ajeno, ya digo, sube ahora mismo las escaleras. El ascensor está estropeado, así que si va a entrar por esa puerta en uno, dos, tres… segundos, habrá subido andando.

Elvis habla en inglés, la traducción no aparece en la pantalla del televisor y Elvis habla como sabe. Leonor mira a la puerta de la calle y se levanta como un cohete de esos que salen de Cabo Kennedy. Píterrrrr.

Elvis murió, como mis padres murieron. Pero ahora mismo hago un pequeño esfuerzo y estoy sentada frente a la tele, junto a ellos, junto a los tres, junto a Elvis y sus patillas, junto a mi padre distraído y junto a mi madre preguntándole a mi hermano Píter que de dónde viene, diciéndole que se siente y que cene algo. Todo a la vez. Elvis vuelve a hablar en su idioma de Elvis. Sólo suena en este instante su voz de Elvis. Y yo puedo escucharla en el pasado y en este instante en el que quiero contarme a mí misma para que tú lo leas la noche en que Elvis nos habló.

Píter come algo y mira al televisor más atento a lo que come que a lo que pueda decir Elvis, que continúa con su cháchara, sólo interrumpida por un tipo muy serio que parece hacerle preguntas. Las preguntas que Elvis responde largamente y que nadie en casa parece entender.

Salvo Píter, que para eso sabe inglés. Digo yo.

Mi madre le pide a mi hermano que preste atención, ahora que Píter ha acabado con lo que fuera que estuviera comiendo que no puedo verlo porque lo que veo es lo que recuerdo y no logro recuerdar lo que en esos momentos comía mi hermano.

Elvis se pone a cantar una canción. Ha cogido una guitarra. Es una canción muy conocida. Are you lonesome tonight? No pregunto, es que se llama así. Se llamará así hasta el final de los tiempos.

Are you lonesome tonight
Do you miss me tonight?
Are you sorry we drifted apart?
Does your memory stray to a brighter sunny day
When I kissed you and called you sweetheart?
Do the chairs in your parlor seem empty and bare?
Do you gaze at your doorstep and picture me there?
Is your heart filled with pain, shall I come back again?
Tell me dear, are you lonesome tonight?

José Luis Ibáñez Salas
Editor de material didáctico para diversos niveles educativos en Santillana Educación, historiador y escritor. Director de la revista digital de divulgación histórica Anatomía de la Historia, es autor de El franquismo, La Transición, ¿Qué eres, España?, La Historia: el relato del pasado y La música (pop) y nosotros (publicados los cinco libros por Sílex ediciones), fue socio fundador de Punto de Vista Editores y escribe habitualmente relatos (algunos de los cuales han aparecido en el blog literario Narrativa Breve, dirigido por el escritor Francisco Rodríguez Criado) y artículos para distintos medios de comunicación, como la revista colombiana Al Poniente o las españolas Nueva Tribuna, Moon Magazine y Analytiks. Tiene escrita una novela y ha comenzado a escribir otras dos.

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