Un tribunal de Sverdlovsk, localidad de los Urales, ha condenado a Ksenia Karelina, una mujer de 32 años y doble nacionalidad rusa y estadounidense, por donar el equivalente a 51,80 € a la ONG Razom, una organización benéfica con sede en Nueva York que brinda ayuda humanitaria a niños y ancianos en Ucrania desde los primeros momentos de la invasión rusa.
El tribunal ha considerado que la mujer ha cometido «traición» y que el dinero que donó a Razom se ha utilizado «para la compra de equipamiento médico, armas y municiones para las fuerzas armadas ucranianas».
Según la información que hoy publica la prensa internacional, el tribunal ha dicho que Ksenia Karelina, residente desde hace quince años en Los Angeles donde trabaja en un spa, se ha declarado culpable de haber «transferido fondos a una organización ucraniana» el 24 de febrero de 2022, al día siguiente de producirse la invasión rusa de Ucrania, y que posteriormente «las Fuerzas Armadas de Ucrania utilizaron ese dinero para la compra de armas tácticas, artículos medicinales, equipos y municiones».
Es evidente que el tribunal ruso se ha excedido al estimar el destino que han podido tener los apenas 50€ donados por Ksenia Karelina. Según la corresponsalía de RTVE, el portavoz de la Casa Blanca, John Kirby, ha considerado que la sentencia es «cruel» y que llamar traición a la donación de 50 € es «absolutamente ridículo».
Ksenia Karelina nació en Rusia y emigró a Estados Unidos en 2012, en un programa de estudio y trabajo. Es ciudadana estadounidense desde 2021. Fue detenida en febrero pasado por el servicio secreto ruso (FSB, antigua KGB), cuando viajó a Rusia para visitar a sus abuelos.
Tres días antes de la fecha de su regreso fue detenida, acusada de «vandalismo» y encarcelada durante quince días antes de pasar a disposición judicial. En una revisión de su móvil, la policía encontró la donación que había efectuada en 2022.