Stockholm, película española de bajo presupuesto, dirigida por Rodrigo Sorogoyen e interpretada por Aura Garrido y Javier Pereira, salió del Festival de Cine español de Málaga con nada menos que seis galardones (dos para el realizador, uno para la actriz y otro para la guionista, además de la mención especial de la crítica y el galardón del jurado joven) es un digno ejercicio, sobre todo de interpretación, en una historia que mantiene a la pareja de personajes en pantalla ininterrumpidamente durante todo el tiempo que dura el filme.
Y, a pesar de que, en mi opinión, se trata de una película muy desigual con una primera parte repetitiva, una segunda decididamente buena y un final previsible y prescindible, los dos actores funcionan juntos, aguantan y mantienen la tensión de la historia y transmiten la suficiente angustia al espectador como para pegarle a la butaca. Se estrena en España el 8 de noviembre de 2013.
La chica es alguien que ha llegado al fondo del pozo y está intentando salir de él; el chico es un ligón de discoteca, todo palabras amables y un físico que acompaña. La noche les junta, propicia las confidencias, fuerza las coincidencias y amanecen en la misma cama. La experiencia no ha sido igual para ambos, decisiva para ella, banal para él, y la mañana les pilla completamente desprevenidos, cuando caen en la cuenta de que ni son iguales ni han conjurado nada irreversible.
El director, Rodrigo Sorogoyen, hasta ahora guionista de series para la pequeña pantalla, ha conseguido con su primer largometraje el premio al mejor director y al mejor guionista novel.
La actriz, Aura Garrido, estuvo nominada al Goya, ha ganado dos premios a la mejor actriz en Málaga, ha protagonizado también Planes para mañana y El cuerpo, y se habla de ella como “una de las mejores actrices jóvenes”.
En cuanto a Javier Pereira, también con experiencia televisiva, ya ha trabajado en películas dirigidas por Montxo Armendáriz o Gerardo Herrero, entre otros, y ha representado en los escenarios La gaviota de Chejov y Perversiones sexuales en Chicago, de David Mamet.