Una casa en Córcega

Una flojita historia “rousseauniana”

cartel-una-casa-en-corcega Una casa en Córcega“En el culo del mundo”, traducción más o menos aproximada del título original de la película belga Au cul du loup, (la literal sería en el culo del lobo), que el 14 de agosto de 2013 se estrena en España como Una casa en Córcega, es una historia sencilla y muy previsible acerca de lo que le ocurre a Christina, joven desempleada que sirve comidas a disgusto en el restaurante del padre de su novio en la ciudad belga de Charleroi, cuando hereda de su abuela una casa semi ruinosa en el último rincón de la hermosa isla mediterránea, de la que hasta entonces ignoraba incluso la existencia.

Presionada por la familia y los parientes para que la venda, la joven siente la necesidad imperiosa de ir a verla y una vez allí, completamente seducida por el paisaje y las gentes, decide cambiar su aburrida existencia de urbanita por la desconocida y simple rutina de un medio rural, alejado de todo lo que hasta entonces conocía. Novio, familia y amistades, estallan en pedazos y pierden importancia cuando Christina conoce a la anciana Flora, que a grandes rasgos le cuenta la historia de su abuela fallecida, y al pastor Pascal, un joven mucho más interesante y seductor que el que ha dejado en Bélgica, trashumante que conduce un cuatro por cuatro y flirtea con una joven licenciada que está haciendo un master en pastoreo. Todo muy simple y muy del siglo XXI.

En una entrevista, el realizador Pierre Duculot explicaba que su intención era hacer un retrato de dos lugares que conoce bien, y ama: la fría, oscura y lluviosa ciudad walona de Charleroi y la luminosa y soleada Córcega, isla a la que los griegos llamaban sublime (kalisté) y los franceses conocen como “isla de la belleza”. Realmente no parece que sus ambiciones hayan ido mucho más allá, ni en la elaboración del guión ni en la narración de la historia de Una casa en Córcega, que casi puede resumirse como “una tarjeta postal de la isla en invierno” (crítica de Thomas Sotinel en Le Monde, cuando su estreno en París a comienzos de 2013).

Para este crítico, una vez enunciada la sinopsis “queda poco que decir de la película”. Si acaso que Christina (Christelle Cornil), el personaje principal, es una mujer joven decidida a hacerse cargo de su destino, lo que lleva a cabo con una cierta ingenuidad, producto sin duda de la ignorancia, que en su viaje (también interior) de la ciudad a la isla acaba por descubrir que la auténtica herencia de su abuela son, más que la casa, unas raíces y una historia en la que insertarse.

Nacido en Lieja en 1964, Pierre Duculot es profesor de Filología y Ciencias de la Comunicación, periodista, programador de festivales y desde hace poco cineasta (hasta ahora realizador de cortometrajes, documentales y de ficción).

Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

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