Velázquez en el Grand Palais de París

La primera gran retrospectiva de Diego Velázquez que va a tener lugar en Francia, se inaugura este miércoles 25 de marzo de 2015, coproducida por la Reunión de Museos Nacionales (RMN) de Francia y el Museo de Historia de Viena.

Velazquez-Grand-Palais-Paris Velázquez en el Grand Palais de ParísMás de un centenar de obras expuestas en cuatro secciones: el joven Velázquez en Sevilla, en la corte de Felipe IV, Velázquez retratista y Velázquez después de Velázquez,  realzadas por una extraordinaria escenografía creada por el Taller Masciej Fiszer y la participación de todos los grandes museos del mundo que albergan obras del gran sevillano. Tres hitos en la exposición: La fragua de Vulcano del Museo del Prado de Madrid, la Venus en el espejo de la National Gallery de Londres y el retrato del Papa Inocencio X de la galería romana Doria Pamphilii.

Parece que la muestra tuvo una primera gestación en la del Museo del Prado de 2013/2014 “Velázquez, última década”(1650/60), que mostraba la obra velazqueña a partir del segundo matrimonio de Felipe IV con la que había sido prometida de su difunto heredero Baltasar Carlos, su sobrina la princesa Mariana de Austria, más o menos de la misma edad que la infanta María Teresa, única superviviente del primer matrimonio de Felipe con Isabel de Borbón y futura esposa de Luis XIV. Casi todos los cuadros de aquella exposición están presentes en el Grand Palais, incluidos los velazqueños: el yerno de Velázquez, Juan Bautista Martínez del Mazo y Juan Carreño de Miranda, prácticamente con las mismas obras que en Madrid.

A continuación el Museo de Historia de Viena (Kunsthistorisches) (28 octubre 2014 – 15 de febrero de 2015) ofreció un formato reducido de la exposición que ahora veremos hasta el 13 de julio de 2015 en el Grand Palais de los Campos Elíseos.

Velazquez-Venus-del-espejo Velázquez en el Grand Palais de París
Velázquez: La Venus del espejo

Velazquez-autorretrato-1556 Velázquez en el Grand Palais de ParísDiego Velázquez, uno de los artistas más famosos y admirados tanto en épocas pasadas como en la actualidad, no había disfrutado hasta ahora de ninguna exposición monográfica en Francia. El talento de aquel que Manet consagró como pintor de los pintores, había pasado desapercibido en la capital mundial del arte. Es cierto que la relativa producción de cuadros, poco más de un centenar y su concentración en el Prado dificultaban la organización de una retrospectiva completa, dice el comisario de la exposición Guillaume Kientz, Conservador del Museo del Louvre. Y continúa: ‘Este ha sido el desafío que el Museo del Louvre y el Grand Palais han llevado a término, con la colaboración del Kunsthistorishes Museum de Viena y con el apoyo generoso del Museo del Prado’.

La exposición se ha propuesto presentar un panorama completo de la obra de Diego Velázquez, desde sus inicios en Sevilla hasta sus últimos años, y la influencia que su arte ejerció en sus contemporáneos. También  se ha planteado la misión de presentar los principales interrogantes y descubrimientos de estos últimos años, exponiendo, en algunos casos por primera vez, obras descubiertas recientemente, por ejemplo, La educación de la Virgen, de la Art Gallery de la Universidad de Yale en New Haven y el Retrato del inquisidor Sebastián de Huerta (colección privada).

La primera sección evoca la Andalucía artística de principios del siglo XVII, cuando Sevilla era el puerto más importante de conexión con el Nuevo Mundo, con las primeras obras de Velázquez, el taller de su maestro Pacheco y pinturas y esculturas de Alonso Cano y Juan Martínez Montañés. Su vena naturalista y picaresca visible en sus escenas de cocina y bodegón. Su evolución al chiaroscuro caravaggesco hacia 1620, coincidiendo con sus primeros contactos con Madrid, con la obra de José de Ribera y con lo que se producía en la capital, muestra las obras de Velázquez de ese momento entre las de sus contemporáneos españoles e italianos. Aquí también vemos sus inicios como retratista y su adaptación a la tradición más solemne del retrato de corte en España.

La segunda sección se inicia con el primer viaje y estancia en Italia, tras haber conocido a Rubens en Madrid dos años antes. Este momento crucial en su arte se ilustra con obras, realizadas en Roma o a su regreso: El jardín de la Villa Médicis, La fragua de Vulcano (ambas del Museo Nacional del Prado), La túnica de José (Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial). Asimismo comienza a explorar el paisaje en los segundos planos de sus retratos en exteriores, realizados para las distintas residencias reales.

Velazquez-Baltasar-Carlos-con-un-enano Velázquez en el Grand Palais de ParísLa parte central de esta segunda sección está dedicada a la figura de Baltasar Carlos, el hijo adorado, y heredero esperado de la Corona que encarnaba todas las esperanzas dinásticas de los Habsburgo de España en el momento en que el reinado de Felipe IV estaba en su apogeo. Después, la exposición se detiene en la pintura mitológica, sagrada y profana de Velázquez, de la que la Venus del espejo constituye el punto culminante.

La tercera y la última parte están dedicadas al último decenio del pintor y a su influencia en los denominados velazqueños. Consagra ampliamente la importancia del pintor como retratista, en la Corte de Madrid en un primer momento, más tarde en Roma durante su segundo viaje a Italia, en torno al papa Inocencio X. Aquí la muestra incluye a dos importantes colaboradores que permanecieron a la sombra del maestro: el italiano Pietro Martire Neri y Juan de Pareja, liberto y asistente del pintor.

Finalmente, se presentan los últimos retratos reales realizados por el maestro español, frente a los de su yerno y más fiel discípulo, Juan Bautista Martínez del Mazo. Una sala dedicada a este último da testimonio de la belleza del estilo de Velázquez: La familia del pintor, de Viena y la versión reducida de las Meninas de la colección Kingston Lacy,  así como las últimas e impresionantes imágenes de los Habsburgo de España. Mariana regente, Margarita de luto y Carlos II.

Las Meninas no estarán en la exposición. Aunque si estarán en el e-álbum que estará disponible desde el día de la inauguración. El comisario Guillaume Kientz  explica esta importante ausencia:

“Los visitantes de la muestra se preguntarán como ya lo hizo Teófilo Gautier en el Museo del Prado ante la obra maestra: ‘¿Dónde está el cuadro?’ ¿Cómo explicar que la tela más célebre del artista a quién se consagra la retrospectiva, la primera en Francia, esté ausente?

La fragilidad de la obra sería un pretexto. Podría decirse que el criterio de régimen interno del Prado es de ceder solo siete obras de Velázquez para una exposición. O que el Prado no cede jamás esta obra y tiene sus razones para no hacerlo. Pero la realidad es que aunque la proposición de cesión o préstamo hubiera venido de Madrid, nosotros nunca habríamos traído Las Meninas.

Las Meninas es una obra que no puede reducirse a un simple objeto de arte. Las Meninas forma parte de España, de su historia y de su territorio. Son el símbolo de España, del siglo de oro, de Velázquez, del triunfo del arte, y todo esto significa que esta obra está más allá de su materialidad, de su conservación, de las capacidades logísticas de transportarla sin riesgo, de que el riesgo cero no existe. Las Meninas es más que un cuadro, es un monumento.

El pintor Lucca Giordano dijo de Las Meninas que ‘eran la teología de la pintura’ ¿Sería pensable desplazar una catedral para una exposición? Las Meninas son un monumento de la pintura, un monumento del arte, un monumento de la Historia, un monumento español, y los monumentos se visitan, se va a ellos, no se desplazan. Por todo esto, es una cuestión de responsabilidad colectiva de todos los actores de la cultura y el patrimonio, garantizar su accesibilidad y conservación.”

Afortunadamente, esta deontología se aplica a un número muy reducido de obras. Para felicidad de los visitantes y de los comisarios de exposiciones, la mayor parte de las obras maestras pueden prestarse. El Grand Palais tendrá la alegría de hacer descubrir un gran número de obras maestras de Velázquez procedentes del mundo entero. Las Meninas seguirán en el Prado pero también en todas las mentes y todos los corazones. Y este es el mejor modo de conservarlas, ahora y en el futuro.

Teresa Fernandez Herrera
Algunas cosas que he aprendido a lo largo de mi vida. Soy Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid, master en Psicología del Deporte por la UAM, diplomada en Empresas y Actividades Turísticas, conocedora de la Filosofía Védica. Responsable de Comunicación y Medios en Madrid de la ONG Internacional con base en India, Abrazando al Mundo. Miembro de la British Association of Freelance Writers. Certificada en Diseño de Permacultura. Trainer de Dragon Dreaming, metodología holística para el crecimiento personal, grupal y comunitario en el amor a la Tierra. Colaboradora en Periodistas-es y en las revistas Natural, Verdemente, The Ecologist para España y América Latina. Profesora de inglés avanzado.

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