España se retracta de lo dicho y cierra el contrato con Arabia Saudí de la venta de armas. Isabel Celaá, portavoz del gobierno, apostilla que a su juicio, según el gobierno, no existe problema alguno con el uso de las bombas láser de alta precisión.
La rectificación sobre el contraro a Riad de armas por un importe de algo más de nueve millones de euros, ha hecho que de nuevo, España venda armas y recule para que la venta de 400 bombas sea oficial.
En palabras no muy acertadas, Isabel Celaá, añade en su declaración a la prensa, «según las características del armamento de alta precisión que se ha vendido, no se van a equivocar matando a yemeníes. España tiene la convicción de que aunque no hay garantías en el contrato, no parece que se vaya a atentar contra la población civil, y saben que Arabia Saudí no hará mal uso de ellas».
Para el titular de la diplomacia, Josep Borrell, realmente Margarita Robles, ministra de Defensa, ha sido desautorizada, y ha sido el gobierno el que ha cerrado el cumplimiento de dicho contrato con Arabia Saudí, que fue firmado en 2015.
El asunto parte de la huelga de los astilleros de Navantia que temían que fuera detenida la fabricación de cinco corbetas que suponen cerca de seis mil empleos en Cádiz y un contrato de 1.813 millones de euros en su fabricación.