1937, el crimen fue en Guernica. Análisis de una mentira

“Periodismo es contar lo que no quieren que se sepa, el resto es propaganda” (George Orwell)

1937-Guernica-Fontes 1937, el crimen fue en Guernica. Análisis de una mentiraTodas las dictaduras –y algunas democracias también- acostumbran a hacer una amalgama intencionada de información y propaganda. Todos los dictadores –y algunos políticos que se dicen demócratas también- caen en la tentación de adueñarse de la información, incorporarla a sus propiedades particulares y convertirla en su propia publicidad gracias a la inestimable ayuda de censores, trepas y lameculos varios (piénsese, por ejemplo, en los casos de las televisiones autonómicas valenciana y madrileña y -¿por qué no?- en la TVE, instituciones que pagamos todos los ciudadanos con nuestros impuestos y en principio tienen la misión de ser pluralistas y objetivas).

Lo de las televisiones es muy evidente porque “se ve”. Pero cuando aún no existía ese medio de comunicación, cuando no había más soportes informativos que los periódicos y la radio, tan cerca y tan lejos como en 1937, en plena guerra civil española y mientras tomaba cuerpo la dictadura franquista, la información que salía de la zona llamada “nacional” (por oposición a la republicana zona “roja”), donde había triunfado el golpe militar, no era más que pura y deleznable propaganda manipulando los acontecimientos para acomodarlos a los deseos de la soldadesca encabezada por Franco.

El 26 de abril de 1937 era lunes, día de mercado en Guernica, capital de la comarca vizcaína de Busturialdea y ciudad santa de los vascos y sus símbolos nacionales. Por la cercanía de los combates se había suspendido el partido de pelota vasca, pero reinaba el ambiente festivo de los días feriales. A las cuatro y media de la tarde, el cielo se oscureció: más de 60 aviones de la Legión Cóndor nazi, de la Aviazione Legionaria fascista y de la aviación franquista, descargaban durante tres horas sobre el lugar una treintena de toneladas de bombas explosivas y seis bombas incendiarias… Ignacio Fontes de Garnica ha contado que, entre toda la documentación utilizada para el libro, destaca un original «muy poco conocido, que sacó un escritor apasionado de los aviones», que prueba que la aviación franquista participó en el bombardeo que destruyó el 98% de la ciudad, y que no fue solo obra de nazis y fascistas italianos.

Ahora “77 años después del bombardeo todavía hay gente que sigue manteniendo que fueron el ejército vasco y los dinamiteros asturianos quienes destruyeron la ciudad», escribe para ir abriendo boca Ignacio Fontes en las primeras páginas de 1937: el crimen fue en Guernica. Análisis de una mentira, un libro que va de eso, de una mentira que aparecía en las crónicas que intentaron ocultar la verdad sobre el bombardeo a la población civil de esta localidad vizcaína; y también de algunas verdades que, lejos del escenario de la contienda, sacaban a la luz los grandes periódicos extranjeros, escritas por sus corresponsales; por lo que muchos de ellos fueron expulsados del territorio “nacional”.

Como ejemplo para apuntalar el título de esta obra necesaria para entender, de una vez por todas, lo que ya conocíamos a grandes rasgos “de la verdad de Gernika” (magistralmente reflejada en el cuadro de Picasso), cinco días después del bombardeo que después convertiría a la ciudad vasca en un símbolo de la resistencia al franquismo, el 2 de mayo de 1937 la revista falangista Vértice publicó una fotografía con un pie: «Como la más trágica estampa de vandalismo rojo, el esqueleto ennegrecido de lo que fue Guernica ofrece al mundo un alegato incontrovertible del sadismo marxista». Una crónica más de las muchas recogidas por Fontes en un libro que va alternando verdades y mentiras para construir una “crónica de las crónicas” de lo ocurrido en Gernika (a destacar, las “versiones” encontradas de los dos ABC, el del Madrid republicano y la Sevilla del fascista general Mola). Porque, dice el autor «la verdad existe y de hecho hay una verdad objetiva que es la de los documentos y los números».

Y la verdad, que calza botas de siete leguas, acaba alcanzando a las mentiras de patas cortas que los dictadores hacen tragar a los pueblos como píldoras envenenadas.

  • Ediciones Akal, Madrid 2014
  • Prólogo de Jorge Martínez Reverte
  • ISBN: 9788496797758
  • 160 páginas, 14€
Mercedes Arancibia
Periodista, libertaria, atea y sentimental. Llevo más de medio siglo trabajando en prensa escrita, RNE y TVE; ahora en publicaciones digitales. He sido redactora, corresponsal, enviada especial, guionista, presentadora y hasta ahora, la única mujer que había dirigido un diario de ámbito nacional (Liberación). En lo que se está dando en llamar “los otros protagonistas de la transición” (que se materializará en un congreso en febrero de 2017), es un honor haber participado en el equipo de la revista B.I.C.I.C.L.E.T.A (Boletín informativo del colectivo internacionalista de comunicaciones libertarias y ecologistas de trabajadores anarcosindicalistas). Cenetista, Socia fundadora de la Unió de Periodistes del País Valencià, que presidí hasta 1984, y Socia Honoraria de Reporteros sin Fronteras.

2 COMENTARIOS

  1. Quizás te interese conocer el libro de G.L. Steer perodista británico: Bombas y mentiras sobre Gernika. Cuenta muy bien y de primera mano lo que sucedió en el bombardeo.

    • Gracias por tu aportación, José Luis. Lo conozco, así como las peripecias de Steer, uno de los tres corresponsales extranjeros que primero entraron en Guernica en la noche del bombardeo. Su testimonio en ‘The Times’ fue crucial para que se conociera en todo el mundo. Los guerniqueses, agradecidos, le elevaron un busto en sus calles, que se inauguró en 1987, en el 50º aniversario de la tragedia. Saludos, Ignacio Fontes. M., 040814.

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