La República Democrática del Congo (RDC) se enfrenta al peor brote de cólera que ha sufrido en los últimos veinte años. La epidemia ha llegado a Kinshasa, la capital del país, una megalópolis de doce millones de habitantes y hogar de uno de cada seis congoleños.
En el Congo debido a la falta de agua potable, la ausencia de atención sanitaria y de tratamientos a los afectados por la enfermedad, hace que el aumento de casos haya sido exponencial y suponga que actualmente al menos 38.000 personas se han visto afectadas por la enfermedad y más de 18.000 han sido tratados por Médicos sin Fronteras.
El cólera se ha extendido por 21 de las 26 provincias del país.
Médicos sin Fronteras está atendiendo a los pacientes en los dos centros de tratamiento habilitados para el cólera situados en Camp Luka y Pakadjuma. Allí asisten las 24 horas del día a las zonas más afectadas a todos los enfermos que presentan cuadros de deshidratación severa y fiebre. El problema de esta enfermedad es que se propaga rápidamente y está afectando a las zonas más pobladas del país, Kwili, Haut Lomami, Maniema, Tanganyika, Kivu Sur, Kivu Norte, Ituri y Bajo Uelé.
Según los datos que aporta la Organización Mundial de la Salud, (OMS), cada año hay entre 100.000 y 120.000 muertes por cólera de las cuales, solo una pequeña proporción son notificadas. Existen además, entre 3 y 5 millones de casos anuales por cólera mientras que en los últimos 5 años solamente fueron notificaron a la OMS unos 178.000 a 589.000 casos anuales. Hay que destacar que la mayor parte de los pacientes con cólear no tienen síntomas si bien, los que los tienen son muy agudos. La OMS añade que el cólera es una enfermedad prevenible si se dispone de agua potable y un saneamiento adecuado, dado que la salubridad del agua y el saneamiento adecuado sería suficiente para que no se extiendan los brotes y con ello, reducir las dosis de letalidad.
Los primeros síntomas que presentan los afectados son vómitos y diarrea, lo que hace que estos se deshidraten y mueran por un ataque cardíaco. Esta patología presente en el país desde los años setenta se ha llevado por delante a cientos de personas.
La forma de tratar esta enfermedad es multisectorial según apunta un médico, salubridad, higiene, agua y también desarrollo. «En el Congo hace falta mucho que hacer en términos de desarrollo» , añade uno de los médicos. La rápida propagación se debe entre las razones apuntadas a que ya ha alcanzado ciudades muy pobladas; allí la organización MSF ha instalado un Centro de Tratamiento de Cólera.
Médicos Sin Fronteras han implementado 30 estructuras, unidades de tratamiento del cólera y la gratuidad de la atención para los pacientes que llegan. La Organización Mundial de la Salud, (OMS) también ha confirmado esta epidemia en un comunicado oficial.
