El domingo 24 de marzo, a las nueve de la noche, aparecía el cuerpo sin vida del cuarto periodista asesinado en México este 2019, Omar Iván Camacho, un comunicador de Noticieros Altavoz, de Chávez Radiocast, quien también publicaba información deportiva en Évora Sport.
Esta vez el asesinato se ha producido en el Estado de Sinaloa, al noroeste del país, limítrofe (por el norte) con Sonora y Chihuahua.
Según la policía, el cuerpo de Omar, de 35 años, presentaba traumatismo craneoencefálico, producidos por abundantes golpes.
El joven fue encontrado en la comunidad de La Escalera, perteneciente a Salvador Alvarado, del Estado de Sinaloa. A parecer había salido a primero hora del domingo a cubrir un partido de béisbol.
Los familiares denunciaron su desaparición por la tarde, ante la ausencia de noticias desde poco después de salir de su casa.
Hace tres días fue asesinado otro comunicador, Santiago Barroso.
Coincidiendo con esta triste noticia, este mismo lunes, en las mañanas informáticas del presidente del país, López Obrador, el subsecretario de Derechos Humanos de la Secretaría del Gobierno (Segob), Alejandro Encinas, anunciaba nuevas medidas para proteger a los periodistas.
Desde que asumió el poder, el 1 de diciembre, Obrador contabiliza seis profesionales ultimados.