Drogadas e inconscientes, las tres hijas menores de un individuo egipcio fueron sometidas a mutilaciones genitales (ablación) cuando creían que iban a vacunarles contra la COVID-19, según la información publicada por el diario británico The Independent.
La madre de las niñas ha denunciado al padre, del que está divorciada, y la fiscalía ha ordenado la apertura de una causa penal contra el médico y el padre de las menores, quien engañó a las niñas diciéndoles que iban a vacunarlas contra el coronavirus: en realidad, lo que hicieron fue inyectarles una droga que las dejó inconscientes y, a continuación, practicarles una ablación de clítoris.
En Egipto, la mutilación genital femenina está prohibida desde 2008 pero, según el diario británico, «algunos hombres encuentran la manera de eludir la justicia para practicar la ablación, total o parcial, a mujeres y niñas».
Desde 2016, tanto los médicos que se dediquen a estas prácticas, como quienes las soliciten, pueden ser condenados a tres años de cárcel. Sin embargo, hasta la fecha nadie ha sido condenado por este delito.
Los grupos y las organizaciones que defienden a las mujeres han dicho al periódico que se trata de una norma «que no se aplica bien».
«Es importante constatar que las autoridades comienzan a adoptar medidas contra la mutilación genital femenina y que tanto las madres como las niñas son más conscientes de los peligros que entrañan esos procedimientos», ha manifestado Entessar el-Saeed, director del Centro de El Cairo para el Desarrollo y el Derecho.
Una investigación llevada a cabo en 2016 por el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, demostró que el 87 por ciento de las mujeres y niñas egipcias de entre 15 y 49 había sufrido alguna mutilación genital, que en el país practican integristas cristianos y musulmanes.