El Secretario General de las Naciones Unidas, António Guterres, ha felicitado al pueblo boliviano por la jornada electoral del domingo 18 de octubre 2020, celebrada en un entorno pacífico y con una alta participación ciudadana que votó mayoritariamente al candidato del partido Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce.
En un comunicado leído por el portavoz de la Organización, Stephane Dujarric, durante su encuentro diario con los medios de comunicación, Guterres alentó a los líderes políticos y sociales a trabajar conjuntamente «con el mismo compromiso con la democracia, el respeto a los derechos humanos y la reconciliación nacional para abordar los actuales desafíos políticos, sociales, económicos y de salud que enfrenta el país».
Previamente, el Sistema de las Naciones Unidas en el país andino también aplaudió la elevada participación en los comicios y destacó que la jornada se desarrolló «de manera ordenada, bajo un clima de tranquilidad y respeto a los derechos humanos».
La ONU en Bolivia ratificó «su compromiso de apoyar los esfuerzos nacionales para consolidar la paz y los valores democráticos».
Según el recuento provisional de votos, el ganador de las elecciones por un amplio margen de ventaja fue el candidato del partido Movimiento al Socialismo (MAS), Luis Arce.
Si se confirman oficialmente esos resultados que otorgan una holgada victoria de Arce sobre el candidato del partido Comunidad Ciudadana, Carlos Mesa, las elecciones quedarían resueltas y no habría necesidad de llevar a cabo una segunda vuelta.
Arce fue el ministro de Economía en el gobierno liderado por el expresidente Evo Morales durante dos periodos: del año 2006 al 2017 y en 2019.
La COVID-19, protagonista involuntario de las elecciones
El Tribunal Supremo Electoral de Bolivia anunció el 23 de julio que las elecciones presidenciales se celebrarían el 18 de octubre, lo que significó una segunda postergación de los comicios programados originalmente para el 3 de mayo y luego pospuestos para septiembre.
La Corte basó su decisión en los informes médicos que apuntaban a un pico de la pandemia de COVID-19 para fines de agosto y principios de septiembre.
La medida aumentó las tensiones registradas en Bolivia desde los últimos meses del año pasado y generó una serie de protestas que incluyeron el bloqueo de carreteras.
