La situación del periodista marroquí, en huelga de hambre desde hace 72 días, Souleiman Raissouni, se agrava mientras crecen las voces solicitando su liberación.
El periodista, tras 72 días de huelga de hambre, señaló en una carta pública, distribuida por su defensa, que está deseando declarar ante la justicia por el caso del que está acusado: «desde mi detención espero con ansias el día que pueda hablar en un juicio independiente. Estoy listo, con ganas de ser juzgado» apuntó, señalando que espera estar «ante el Tribunal de Casablanca o ante el Tribunal de Dios».
Sobre las acusaciones de la Fiscalía por hacer la huelga de hambre les invitó a dejar de comer durante la mitad del tiempo que lleva haciéndola, «y condenarme a las penas más severas, las aceptaré».
Recordó que la huelga de hambre es «la forma de protesta más extrema y dura», preguntando al fiscal que le acusa de «cobarde» si también lo era el tunecino Mohamed Bouazizi quien con su autoinmolación dio inicio a la Primavera Árabe.
En su escrito señala que pueden que sean sus últimas palabras, concluyendo su mensaje: «Adiós, ¿dónde? No lo sé».
La última sesión de su caso fue de nuevo aplazada del 15 al 22 de junio.
Raissouni, conocido principalmente por sus informaciones sobre la corrupción en el país, está procesado por «atentado al pudor con violencia y secuestro». Un testimonio de un joven activista LGBTQ publicado en las redes sociales le llevó a la cárcel.
A pesar de la falta de pruebas concluyentes, han sido rechazadas todas las solicitudes de libertad provisional, un total de nueve.
Solidaridad internacional
Por su parte, la Federación Internacional de Periodistas (FIP) exigió la liberación inmediata de Souleiman Raissouni, cuyo estado de salud sumamente preocupante requiere tratamiento inmediato.
Raissouni, redactor jefe del extinto diario Akhbar Al-Yaoum (Noticias de Hoy) se encuentra detenido desde el 22 de mayo de 2020, y lleva más de dos meses en huelga de hambre para protestar contra su encarcelamiento y la injusticia del juicio que se está llevando a cabo.
En aislamiento desde hace más de un año, ha perdido casi cuarenta kilos y se encuentra en un estado de extrema debilidad. No puede mover una pierna y pueden quedarle ya secuelas de por vida.
En una carta enviada el 15 de junio al rey Mohamed VI, el secretario general de la FIP, Anthony Bellanger, señala: «Este periodista tiene derecho a un juicio justo y al respeto de la dignidad de la persona. Exigimos que se haga todo lo posible para que este periodista reciba toda la atención necesaria para mantenerlo con vida y que se aclaren las razones de su detención indebida».
El presidente de la FIP, el marroquí Younes Mjahed, sostiene que «mantener a Souleiman Raissouni en prisión preventiva durante más de un año sin juicio es inaceptable. Por eso pedimos su liberación, para que pueda ser juzgado en libertad. Todas las garantías están tomadas para que Souleiman esté presente en el juicio y pueda defender su caso en el marco de una justicia que se espera equitativa».
Por su parte, Reporteros Sin Fronteras (RSF) trasladó a la Relatora Especial sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y de expresión de Naciones Unidas, Irene Khan, la situación de Raissouni así como del también periodista preso en Marruecos, Omar Radi.
RSF le ha pedido que haga todas las gestiones necesarias para ponerlos en libertad tras denunciar el acoso judicial que están sufriendo.
Todo mi apoyo y ánimos. No es mas fuerte el que ataca, miente, acusa o dicta sentencias, detenciones abundando en falacias, mentiras e ilustrando elucubraciones: resistir, resistir y resistir. Vencerá la verdad, la honestidad y sobre todo, en este caso, la democracia frente a la radical dictadura del gobierno marroquí