Navegamos con bandera de compromiso con la Humanidad, a la que adoramos. Nos rodeamos de seres excepcionales, con los que fermentamos en este nuevo día, que consideramos, porque lo es, único.
Nos distraemos con buenos criterios, con valores que nos permiten empatizar con los que nos rodean. Frustramos los ataques de los malvados, que alejamos con firmeza.
No somos tozudos en lo que no conviene, que localizamos gracias a magníficos colaboradores, que nos envuelven con sus mantos de gracia, de sabiduría y de ternura.
Manifestamos nuestra complacencia. Les hemos de corresponder con hechos.
Los acontecimientos recurrentes se producen en positivo. Unos llaman a otros. Nos gozamos. Nos convertimos en predilectos en pos de una meta que supone el sentido del camino. Nos experimentamos equipo. Ésa es la postura.
Viajamos por márgenes que regalan paisajes y paisanajes esenciales. Seremos protagonistas anónimos de esta singladura que pertenece a la óptima intención.
Aprenderemos con constancia y compartiremos formación con quienes más saben. Ahí estaremos con un sí para todo.