A últimos de noviembre del pasado año informábamos de la urgente necesidad de conseguir financiación para la llamada Catedral del Páramo. Hoy damos la buena noticia: ¡lo han conseguido!
La asociación Amigos de Villamorón, de la mano de Hispania Nostra, emprendieron la tarea de recuperar el interior del templo de Villamorón, situado en el municipio de Villegas (Burgos) el pasado año. Ya había sido salvado de la ruina en 2009-2010, pero todo su interior quedó por recuperar.
En su llamada a la solidaridad, pedían 15.000 euros por medio de micromecenazgo. Hoy ya pueden respirar tranquilos, porque han logrado 35.000.
Ahora se proponen acometer la reforma del coro y paramentos verticales, dejando el retablo mayor para una actuación posterior debido a la complejidad que presenta su estado. «Al coro le faltan piezas de su balaustrada y es pasto de la carcoma, al igual que en los paramentos verticales, cuyo estado refleja claramente los años en los que la lluvia, la nieve, el viento Regañón y hasta las lechuzas penetraban en su interior por las cubiertas, el rosetón y los ventanales góticos al carecer éstos de sus vidrieras, destrozadas por el vandalismo y el paso del tiempo», explican desde la asociación.
Una joya del siglo XIII
De estilo tardorrománico o protogótico, tres son las características principales que definen el edificio: ha llegado con muy pocas alteraciones hasta nuestros días, siendo considerada la primera que introduce el estilo gótico en Burgos; junto con otras de la comarca fue el prototipo en el que se inspiraron las llamadas iglesias fernandinas andaluzas de Córdoba y Sevilla; y, muy probablemente, los planos de su construcción vinieron de Francia, como lo demuestra el hecho de que sus medidas estén no en pies castellanos, sino en el conocido pie de París.
En cuanto a detalles de su construcción, resalta su sobrio aspecto exterior, edificado con buenos muros de sillería. Consta de tres naves, una cabecera cuadrada sobre la que se alza una compacta torre de aspecto defensivo. La fachada meridional, con una llamativa gárgola, está protegida por un amplio y casi amurallado atrio.
Su interior, encalado, está iluminado principalmente por un gran rosetón, abierto a occidente, bajo el cual se sitúa el coro de madera, muy necesitado de una restauración.
Una vez consolidada la iglesia, los Amigos de Villamorón la van a mantener abierta a las visitas durante los dos últimos fines de semana de cada mes, eso sí, con cita previa. Además, en verano participarán en el Programa de Apertura de Monumentos, según el convenio existente entre el Arzobispado y la Junta de Castilla y León.