La asociación Amigos de Villamorón, de la mano de Hispania Nostra, emprende la tarea de recuperar el interior del templo de Villamorón, en el municipio de Villegas (Burgos), conocido como la Catadral del Páramo. Fue salvado de la ruina en 2009-2010, pero todo su interior quedó por recuperar, siendo tres los aspectos que más urgen: coro, paramentos verticales y retablo mayor.
De estilo tardorrománico o protogótico, tres son las características principales que la definen: ha llegado con muy pocas alteraciones hasta nuestros días, siendo considerada la primera que introduce el estilo gótico en Burgos; junto con otras de la comarca fue el prototipo en el que se inspiraron las llamadas iglesias fernandinas andaluzas de Córdoba y Sevilla; y, muy probablemente, los planos de su construcción vinieron de Francia, como lo demuestra el hecho de que sus medidas estén no en pies castellanos, sino en el conocido pie de París.
En cuanto a detalles de su construcción, resalta su sobrio aspecto exterior, edificado con buenos muros de sillería. Consta de tres naves, una cabecera cuadrada sobre la que se alza una compacta torre de aspecto defensivo. La fachada meridional, con una llamativa gárgola, está protegida por un amplio y casi amurallado atrio.
Su interior, encalado, está iluminado principalmente por un gran rosetón, abierto a occidente, bajo el cual se sitúa el coro de madera, muy necesitado de una restauración.
¿Quién la mandó construir? No hay documentos que lo atestigüen, pero se cree que pudo ser algún personaje poderoso de la corte castellana. De hecho, mientras Fernando III el Santo guerreaba en Andalucía, dejó a su hijo Alfonso X el Sabio a cargo de un ayo en la localidad cercana de Villadelmiro. De ahí que se crea que pudo haber sido alguien de ese entorno.
En los años setenta del pasado siglo XX y debido a la oleada de robos que estaba cometiendo Erik el Belga por toda España, el Arzobispado decidió llevar al Museo del Retablo en Burgos todo lo que había de valor en el templo de Villamorón: un retablo dedicado a San Joaquín y Santa Ana, un cristo románico, una cruz procesional de plata… Y desde entonces la iglesia de Villamorón dejó de tener culto regular, iniciándose así su declive.
Por ello, en la actualidad su interior presenta un aspecto vacío, descuidado, sin decoración alguna, lo que, por otro lado, aumenta su esbeltez y austeridad, agrandando la sensación espacial. Carece incluso del retablo principal, que se tuvo que desmontar hace cinco años debido al peligro que su estado representaba.
La asociación
Desde su creación a finales de 2003, la asociación cultural Amigos de Villamorón se planteó como objetivo principal salvar la iglesia de Santiago Apóstol de Villamorón (Villegas), que se encontraba en un estado creciente de abandono y olvido. Dicen que nadie daba un duro por ellos, pero que la realidad ha ido demostrando que la persecución de un objetivo razonable termina abriéndose paso.
Sólo son 150 personas de muy diversa procedencia, empezando por los naturales de Villamorón y Villegas, en su gran mayoría forzados a emigrar, y continuando por gentes que no tienen nada que ver con el lugar, pero que, admirados por la monumentalidad de este templo han querido aportar su pequeña contribución para que se conserve adecuadamente y se le dote de futuro.
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(Foto de portada © Pedro Cobo)